Crítica de “Kimi: Alguien está escuchando”: La ventana indiscreta de Soderbergh

KIMI es una inteligencia artificial como Siri o Alexa destinada a resolver todas las demandas de los usuarios pero también, a observarlos en su intimidad al registrar sonidos. Gracias a esta capacidad del dispositivo electrónico, Angela (Zöe Kravitz), una empleada de una empresa tecnológica, cree escuchar un crimen a la distancia.

En los dos primero actos del film, Steven Soderbergh y David Koepp, su guionista en sus últimas producciones, se dedican a reescribir La ventana indiscreta (Rear Window, 1954): Una persona imposibilitada para salir de su hogar (Angela sufre agorafobia producto del confinamiento por el COVID) escucha a través de su computadora sonidos que parecen corresponder al asesinato de una mujer.

Si bien en el tercer acto todo aquello que en la película podía leerse en clave ambigua se manifiesta de manera literal, sea el complot corporativo o los peligros de la tecnología, el film es un thriller efectivo, hecho con elementos mínimos como tantos otros del realizador (llegó a filmar Perturbada -Unsane, 2018- íntegramente con un iPhone) y lleno de referencias para cinéfilos. Al clásico con Jimmy Stewart se suma Blow Out con John Travolta, el film de Brian De Palma de 1981, otro deudor de Hitchcock.

Kimi: alguien está escuchando (Kimi, 2022) es otra muestra más de la capacidad de Soderbergh para manejar relatos que revitalizan estructuras narrativas del pasado y actualizarlas con problemáticas contemporáneas.