MUBI
Crítica de "Extinción de la especie", un viaje intrigante a través de la ansiedad existencial
Nicolasa Ruiz Mendoza y Matthew Porterfield nos sumergen en un fascinante viaje cinematográfico a través de su más reciente cortometraje, "Extinción de la Especie" (2023). La mirada de Esther, encarnada por Karen Furlong, nos sumerge en una exploración juguetona de la ansiedad existencial y los temores que yacen intrínsecos en la vida cotidiana.
La historia comienza cuando Esther, una joven del norte mexicano, se encuentra en la bulliciosa Ciudad de México, abrumada y sola. La película nos lleva a través de sus rituales matutinos mientras busca desesperadamente empleo. Sin embargo, lo que podría parecer un relato cotidiano se transforma en una odisea intrigante mientras Esther deambula por las calles de la ciudad, intentando conectar con extraños, yendo tras un joven repartidor hasta la casa de una enigmática mujer.
Lo que destaca en Extinción de la especie es la forma en que Ruiz Mendoza y Porterfield capturan los miedos y ansiedades más profundos de la existencia humana. La película se convierte en un espejo de la vida cotidiana, reflejando la inquietud que todos llevamos en nuestro interior.
La trama, que sigue a Esther por un intrigante túnel de descubrimiento personal, se convierte en un viaje visual que transforma la mundanidad urbana en un encantador país de las maravillas. Los directores logran crear una experiencia cinematográfica única al explorar la conexión entre los personajes y la atmósfera urbana, convirtiendo la ciudad en un protagonista más de la historia.
Extinción de la especie desafía las convenciones, fusionando elementos de intriga, drama y fantasía de una manera que solo cineastas hábiles pueden lograr. La película invita a la reflexión sobre la condición humana y, al mismo tiempo, ofrece una experiencia estética cautivadora.
