Crítica de "Compañeros de viaje", la serie gay con Matt Bomer y Jonathan Bailey premiada en los Critics Choice

Basada en la novela homónima de Thomas Mallon, la serie de ocho episodios explora las complejidades de las relaciones LGBTIQ+ a lo largo de décadas clave en la historia, desde la persecución macartista en la década de 1950 hasta la crisis del SIDA en los años 80.

Creada por Ron Nyswamer (con experiencia en Philadelphia y Homeland), este thriller dramático-político, protagonizado por Matt Bomer y Tim Laughlin, se sumerge en los entresijos de la era macartista estadounidense de la década de 1950. En esta sombría época, germinó la percepción de la homosexualidad como una desviación, en sintonía con el estigma asociado al comunismo, desatando así una ferviente cruzada para su prohibición y erradicación en suelo estadounidense. La serie explora estos temas candentes con profundidad y sensibilidad, contextualizando la trama en un momento crucial de la historia estadounidense.

En este contexto, Compañeros de viaje sumerge al espectador en el intrigante romance entre un hábil y ambicioso operador político y un joven idealista cuyas creencias se sitúan en las antípodas del cinismo del primero. La trama desentrañará esta relación prohibida, extendiéndose para ofrecer una perspectiva más amplia sobre los cambios sociales que marcaron los años subsiguientes. Desde la resistencia y lucha contra la guerra de Vietnam, así como el clamor por la expansión de los derechos civiles en los años 60, hasta la apertura que propiciaron las drogas en la década del '70 y, finalmente, la ineludible irrupción del SIDA en los años '80.

Uno de los aspectos más destacados de Compañeros de viaje es la química eléctrica entre Bomer y Bailey, que proporciona una vitalidad palpable a la historia a lo largo de los años. La relación entre Hawk y Tim evoluciona de manera convincente, y su intimidad erótica y atracción sexual trascienden la pantalla. Sin embargo, elementos apasionados y emocionales, respaldados por actuaciones sólidas, entran en conflicto en ocasiones con una estructura defectuosa que por momentos se percibe como rutinaria.

Aunque presenta ciertas limitaciones en su ejecución, Compañeros de viaje sobresale gracias a su intrépida exploración de temas fundamentales y su habilidad para personificar la historia con valentía. La serie no solo se aventura en terrenos delicados, sino que también logra dotar a estos de una representación auténtica. La valentía no solo radica en la elección abordarlos, sino también en la forma en que la trama se sumerge en las complejidades emocionales y sociales que los rodean. Compañeros de viaje no se contenta con tocar la superficie; va mucho más allá.