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Crítica de "Últimas voluntades", Fernando Tejero dispuesto a todo para recuperar a su hijo, Óscar Casas
"Últimas Voluntades" (2023), dirigida por Joaquín Carmona Hidalgo, se adentra en el complejo universo de un padre decidido a recuperar el amor de su hijo, a quien abandonó en su infancia.
La trama se desarrolla en un entorno marcado por la dualidad del thriller fatalista, introduciendo variantes que convierten al protagonista en una figura trágica, cuyas horas parecen contar con una cuenta regresiva en una espiral de tensión y violencia.
Protagonizada por Fernando Tejero, Óscar Casas, Carlos Santos, Nerea Camacho y Adriana Ozores, acompañados de talentosos actores locales como Salvador Serrano, quien también coescribe el guion junto con Helio Mira, la película se aventura en temas universales como la marginalidad, el perdón, la redención y la homosexualidad. Estos temas, habituales en el drama, se entrelazan con la trama de suspense, mafia de barrio, maras sudamericanas, asesinatos y venganzas.
Aunque presenta ciertas imperfecciones en la construcción narrativa, caracterizadas por algunos baches y situaciones incomprensibles, Últimas voluntades logra fusionar estos elementos en un tono estilizado que otorga una importancia crucial al componente visual de la película.
La cuidadosa integración de los diálogos se convierte en un recurso eficaz, generando tensión y la sostenida atención de la audiencia. La capacidad de la película para utilizar el lenguaje visual y verbal de manera complementaria, en lugar de competir entre sí, contribuye significativamente a su atractivo.
A pesar de no llegar a sobresalir en todos los aspectos, Últimas voluntades se distingue al permitir que Fernando Tejero ofrezca una interpretación auténtica, añadiendo así su propia contribución distintiva a la rica tradición del thriller español.
