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Crítica de "Pulsando la vida", una necesaria visión y reivindicación del canto cuyano

En su debut como directora de largometraje, la realizadora mendocina María Laura Piastrellini pone en claro su perspectiva tanto en el reconocimiento a los valores de la Tonada y la Cueca, como a la mirada necesaria desde la mujer. En el marco de una película del camino atravesando la Madre Tierra.

sábado 19 de agosto de 2023

Como preludio, va este panorama en relación a los films de música dirigidos por mujeres. Sin hacer una pretendida fecha de lanzamiento pero si de una concepción global que viene en aumento en estos últimos años. Podríamos imaginar como pauta de comienzo la biopic Gilda, no me arrepiento de este amor (2016) de Lorena Muñoz quien continuaría dos años después con El Potro, lo mejor del amor (2018). Sin olvidar que Lorena ya contaba con el antecedente de codirigir junto a Sergio Wolf Yo no sé qué me han hecho tus ojos (2003) el documental sobre la vida de la cancionista Ada Falcón. Ya en el terreno del documental en 2017 llegaría un tándem con Un pueblo hecho canción de Silvia Majul y su acercamiento al compositor riojano Ramón Navarro y Ábalos, una historia de 5 hermanos de Josefina Zavalía Ábalos. Seguiría con Gran orquesta (2019) de Peri Azar, y en 2021 un doblete sobre artistas salteños: El nombrador sobre el cantor Daniel Toro en nueva incursión de la Majul. Y por su parte Susana Moreira dirige Sara Mamani con la cantora y compositora homónima. Este año se preestrenó en el BAFICI Salidos de la Salamanca (2023) un viaje hacia la chacarera, el segundo opus de la Zavalía Ábalos quien a su vez está preparando un tercer documental sobre la vidala y el blues. En un par de semanas está llegando Mankewenüy - Amiga del Cóndor (2023) de María Manzanares con la cantora mapuche Anahí Rayen Mariluan. Y están en diversas etapas de rodaje, preproducción y post producción –indistintamente- títulos como Rosanna, ángel del tango de María Rosa Pfeiffer (sobre la cantora de tangos Rosanna Falasca), San Pugliese de Maximiliano Acosta, Santiago Nacif y Lola Winer; Afromilonga. Una arqueología musical de María Eugenia Lombardi, Alejandro Espolsino, Mawete Paciencia, Daniel Adeli y Leticia Rodríguez Taborda, y Jaime Torres, charango en flor de Aldana Loiseau. A su vez, podría ser que este año se estrene el film El Andariego, historia de un grupo vocal (2023) sobre la icónica banda sanrafaelina Los Andariegos, en una codirección entre Silvia Majul y quien está debutando estos días, María Laura Piastrellini.

Así pues la directora godoycruceña presentó finalmente su potente amor por la tonada. Y por extensión a toda la Cuyanía. Fueron muchos los años, las vicisitudes, los avances -y quizás retrocesos- que tuvo que transitar para poder en definitiva plasmar en imágenes esa parte de amor, respeto e identidad que la fue configurando en su andar. El sentimiento, el latir, la cosmogonía de lo cuyano estuvo siempre a su alrededor, impregnándola de sensaciones que algún día iba a poder asumir, ejercer, entender y expandir. 

Hay una pregunta que muchos se han hecho a lo largo del tiempo. ¿Cuál es la música cuyana?  De alguna manera estaba raleada. O agazapada, como en un segundo plano frente a ritmos mucho más característicos, masivos y difundidos como la chacarera santiagueña o el chamamé litoraleño o los ritmos andinos como carnavalitos y huaynos. Ella no redescubre la tonada, simplemente la reivindica. Al igual que a la cueca cuyana. Una conjunción entre ambos ritmos entre lo sentimental y lo festivo. Este film es una honesta y buenísima bajada de línea de la música cuyana con la tonada a la cabeza.

Pulsando la vida es una película del camino en su más pura acepción. El movimiento se hace andando y sus dos protagonistas (los músicos y compositores cuyanos Marcelino Azaguate y Fabián Navarro), son nuestros guías. La narración está encarada a partir de ese recorrido por rutas y senderos, con la irreemplazable camioneta Estanciera, y este dueto de cicerones viajan a distintas localidades tanto de Mendoza, como de San Juan y de San Luis. A bordo de ese vehículo van construyendo de manera doble y paralela un viaje temporal por las tradiciones, raíces y lo contemporáneo. Y espacial, yendo a las regiones de sentir cuyano.

Está narrado casi con una postura ficcional, a partir de la relación entre los dos compañeros de ruta. La cámara está ahí, pero ellos como si ni se enteraran. Hacen sus vidas, expresan sus pensamientos, viven su cotidianeidad. Posee una frescura que varios documentales no tienen. Rompe con el abuso de los bustos parlantes típicos y se deja llevar por lo simple y directo. Es de por si un desafío ensimismo dado que ellos no son actores, sino músicos. A su vez la realizadora no tenía experiencia de dirigir o trabajar con comediantes profesionales. Y más allá de que sus dos “protagonistas” son hombres, hay aquí una visión de género. El espacio y la presencia histórica de las mujeres en la Tonada, ha sido ínfimo. En el cogollo (parte espontánea en la que se dedica la tonada a alguien presente tanto un amigo o por ahí una mujer) muy pocas veces aparecía la presencia femenina. Con el tiempo –y los cambios contemporáneos de luchas, reivindicación e independencia de las mujeres- esto ha ido cambiando sanamente.

Es indudable y necesaria la presencia de los referentes de la música cuyana de ayer como Hilario Cuadros (poeta y folklorista autor de la mítica cueca "Los 60 granaderos"), el músico y periodista Buenaventura Luna, y el cantor y compositor Félix Dardo Palorma. Y de ahora como la cantautora Anabel Molina, el guitarrista Ángel Cataldo, el compositor y cantautor Armando Navarro, y hasta el músico, compositor y docente Leopoldo Polo Martí, que nació en Entre Ríos pero está radicado en Mendoza.

Otra cuestión a destacar entre la elección de contenidos y entrevistados por la Piastrellini es el hecho de reunir en su film también a exponentes musicales de otras regiones y provincias, de otros surcos sonoros quienes expresan su admiración por el canto y los sonidos cuyanos, y además con conocimiento y basamento. Tales los casos del eximio guitarrista y compositor tucumano Juan Falú (brillante y muy claro en su descripción de la tonada), el gran intérprete friense Raly Barrionuevo, la cantora porteña (pero de raíces mendocinas) Luciana Jury, el cantor y bombisto santiagueño Julio Paz (del Dúo Coplanacu), el músico y compositor Fernando Barrientos (nacido en Guayaquil pero criado y crecido en Mendoza), y la cantante paranaense Melisa Budini. Infaltable el diálogo entre cuatro (Javier Bautista, Daniela Calderón, Azaguate y Navarro) y entre vinos, en la vereda sola de la Calle Angosta del boliche Don Miranda. Mojón de Villa Mercedes, San Luis.

Para la directora todo esto que se cuenta, que se dice, que se preguntan, que se responden y que reafirman; es sin duda material de estudio para escuelas, colegios y universidades. Justamente como el caso de uno de los entrevistados, el sanmartiniano Octavio "Pepe" Sánchez, instrumentista, compositor, docente e investigador, autor de -entre otros doctorados y estudios- "La cueca cuyana contemporánea". De alguna manera se ha corrido el velo que tapaba esa raíz cultural. El mundo de la Cuyanía estuvo siempre como encubierta por un poncho negro, al menos para los ajenos territorialmente a esa región.

Antiparafraseando una clásica y referencial sentencia originaria: La Tonada es nuestra, porque es de todos. Nosotros somos la Tonada.

8.0
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