Crítica de "Político", Francisco Novick y la juventud heredera de la lucha

Vicente, miembro activo de la agrupación "Nietes", conformada por descendientes de desaparecidos durante la dictadura militar, emerge como un protagonista que carga sobre sus hombros el legado de una historia trágica y una determinación incansable por hacer justicia. Político nos adentra en su mundo, siguiendo su evolución desde sus primeros pasos como activista hasta la construcción de una identidad política sólida y arraigada en valores familiares.

La fuerza del documental radica en su enfoque multifacético. Novick no solo captura los momentos de militancia y lucha en las calles y asambleas, sino que también nos permite entrar en la vida íntima de Vicente, explorando sus relaciones familiares y amistades. El espectador es testigo de momentos cotidianos, conversaciones en el auto y encuentros con amigos que, lejos de ser meros interludios, delinean el proceso de maduración política de Vicente. Es en estas interacciones donde el film arroja luz sobre el aspecto emocional de la formación política, recordándonos que no solo es un conjunto de ideas, sino también una educación sentimental.

La narrativa también destaca la transformación de Vicente de un individuo que inicialmente busca respuestas en soledad a un líder de una generación que encuentra un sentido de comunidad y solidaridad con sus compañeros de lucha. La cámara captura momentos de camaradería, discusiones apasionadas y una colaboración profundamente arraigada entre los jóvenes activistas.

Político presenta el viaje de Vicente como un camino de autoconocimiento, donde su historia personal se entrelaza con la narrativa más amplia de la lucha por los Derechos Humanos. Novick logra transmitir la urgencia de continuar luchando por la verdad y la justicia, y ofrece una ventana a la evolución de la formación política en la juventud moderna.