Crítica de "Medusa Deluxe", un crimen y raros peinados nuevos en un film diferente

Medusa Deluxe (2022) se desarrolla en el vibrante escenario de un concurso de peluquería, donde la extravagancia y el exceso son moneda corriente. Sin embargo, un trágico suceso desencadena tensiones y divisiones en una comunidad obsesionada con el cabello. La historia nos sumerge en un mundo donde la estética y el estilo van más allá de lo superficial, donde los peinados y cortes de cabello son mucho más que simples expresiones artísticas. Son símbolos de identidad, de poder y de la lucha por destacar en un mundo competitivo.

La trama se desenvuelve como un apasionante thriller criminal coral, inmerso en una estética visual posmoderna que cautiva desde el primer momento. La fotografía en plano secuencia sumerge al espectador en un mundo lleno de color y movimiento, mientras que el uso frecuente de filtros de neón añade un toque enigmático y misterioso, creando una atmósfera envolvente y seductora.

A medida que la historia avanza, la intriga crece y las tensiones se intensifican. Los giros inesperados mantienen al espectador en vilo, tratando de descubrir quién está detrás de los sucesos trágicos que han desencadenado esta lucha despiadada. La pasión por el cabello se mezcla con la sed de poder, y cada personaje se convierte en una pieza clave en este rompecabezas retorcido.

Los diálogos, llenos de ingenio y teatralidad, ofrecen momentos divertidos y están salpicados de sarcasmo. Sin embargo, en algunos pasajes, la trama se apoya en desvíos arbitrarios para llegar al desenlace deseado. A pesar de estas limitaciones en el desarrollo narrativo, es importante destacar el talento visual de Hardiman, quien, gracias a su experiencia en artes visuales y publicidad, logra crear una experiencia impactante que contrarresta los aspectos fallidos.

Medusa Deluxe es un apasionante viaje al submundo de la peluquería, donde los personajes se convierten en piezas de un juego en el que el cabello es el arma más poderosa para sobrevivir.