Crítica de “Citadel”, un thriller de acción sin pretensiones de los hermanos Russo

La producción narra la fantasiosa historia de Citadel, una agencia global de espionaje, independiente de toda nación, encargada de mantener la seguridad y el bienestar mundial. El conflicto empieza cuando la organización es destruida por los operativos de Manticore, un poderoso sindicato que manipula el mundo desde las sombras y envía a matar a cada uno de los agentes de Citadel. Los únicos sobrevivientes son el agente Mason Kane (Richard Madden) y la agente Nadia Sinh (Priyanka Chopra Jonas). Ambos deberán luchar contra esta maléfica organización.

La participación de Bernard Orlick (interpretado por Stanley Tucci), un antiguo colega de Citadel, es fundamental en la trama. Orlick es un personaje algo siniestro pero a la vez carismático, que guía a la pareja protagónica en la misión imposible que deben afrontar. Además, Lesley Manville se incorpora al reparto con gracia y efectividad como Dahlia Archer, la villana de la historia que mueve los hilos de la poderosa Manticore.

El primer capítulo inicia con una secuencia desarrollada en un tren de alta velocidad en los Alpes italianos. Esta presentación está llena de peleas cuerpo a cuerpo en espacios reducidos que son filmadas con coreografías dignas del mejor cine de acción, que parecen ser extraídas de la película Tren Bala (Bullet Train, 2022) protagonizada por Brad Pitt.

El romance, la aventura y la adrenalina son los elementos distintivos de esta mega producción, que plantea una mezcla entre John Wick y James Bond en su estilo, siempre con un ritmo frenético y lúdico. Una serie que ofrece un entretenimiento divertido, alejado del realismo, y se centra en escenas de acción con un despliegue escénico arrollador.

Citadel (2023) consta de ocho episodios de cuarenta minutos cada uno en su primera temporada. Un thriller de acción con espías con el único propósito de entregar un entretenimiento puro y simple.