Crítica de "¿Qué hago en este mundo tan visual?", Manuel Embalse y un ensayo sobre la ceguera

Ganadora del premio de Experimentación Audiovisual de la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires 2019, ¿Qué hago en este mundo tan visual? (2020) narra, por un lado, la historia de Zezé Fassmor, un artista peruano afincado en Buenos Aires que perdió la vista a los 25 años por una enfermedad congénita y hoy, a los 32, con la idea de recuperarla en un futuro, filma y saca fotos creando su propio archivo digital. Mientras que, por el otro, es el registro audiovisual que Zezé realiza de un viaje a las Cataratas del Iguazú, a las que solo conoció a través del recuerdo de imágenes guardadas en su memoria.

¿Qué hago en este mundo tan visual? parte de una pregunta concreta referenciada en el título sobre como en épocas donde todo está atravesado por las imágenes se vinculan aquellas personas que no pueden ver. A través de esa conjetura Embalse construye un ensayo audiovisual, experimental, pero por sobre todo sensorial, con el fin de encontrar certezas y conexiones entre aquello que se conoce como memoria histórica, producto de los recuerdos que se guardan en la mente, y la memoria digital, almacenada en diferentes dispositivos tecnológicos.

Estructurado a partir de los relatos del propio Zezé y las imágenes que filma, cruzadas con otras donde la cámara lo acompaña o lo muestra interactuando a través de sonidos con las redes sociales, ¿Qué hago en este mundo tan visual? propone un diálogo visual en busca de interpelar al espectador sobre aquello que cree ver y lo que en realidad ve.