BAFICI - Rescates - 6 Puntos

Crítica de “Rocky vs. Drago: El corte definitivo del director” Sylvester Stallone reedita uno de sus mayores éxitos

“Rocky IV” (1985) es la mejor y la peor película de la saga de Rocky. Los críticos la vapulearon en su estreno y el público la acompañó masivamente.

Crítica de “Rocky vs. Drago: El corte definitivo del director” Sylvester Stallone reedita uno de sus mayores éxitos
viernes 29 de abril de 2022

La película vista con el paso del tiempo sigue siendo tan ridícula y desmesurada en su bajada de línea pro yankie, Estados Unidos vs. La Unión Soviética o capitalismo vs. comunismo, pero funciona como su hit pop (que aparece por primera vez en la tercera parte), con ritmo desde su lógica clipera. Rocky IV pega -por más obvia que sea la metáfora- en los momentos justos y en los lugares indicados.

Esta introducción es para contextualizar los motivos del corte del director (no es el primero que tiene el film) que no es otro que Sylvester Stallone que reiteraba detrás de la producción al hombre todopoderoso representado en la pantalla al escribir, producir, dirigir y protagonizar. Esta versión apodada Rocky vs. Drago: El corte definitivo del director (Rocky vs. Drago: The Ultimate Director's Cut, 2021) da mayor protagonismo a Dolph Lundgreen post Los indestructibles y sobre todo a la figura de Apollo Creed (Carl Weathers), mientras reafirma con un montaje por momentos molesto, la crisis interna de Rocky con respecto al boxeo.

Recordemos que en la película estrenada en 1985 fueron famosas las anécdotas de Stallone indicando al editor borrar todo rasgo de humanidad en el boxeador ruso para mostrarlo como una verdadera máquina de matar. Todos esos subrayados del film estrenado en 1985 están minimizados en esta versión. Desaparecen así los puños que chocan -y explotaban- al comienzo, el robot espantoso que tenía Rocky en su casa de lujos y varias charlas con su hijo. 

Stallone hace hincapié en la pelea donde muere Apollo, espectáculo circense con el personaje de Carl Weathers disfrazado de Tío Sam. Va a decir que Apollo moría asesinado y en esta versión trata de darle mayor dignidad al personaje en ese combate. “Que muera dignamente como un luchador, y no simplemente mutilado”, dirá el actor. Esa búsqueda está en esta versión consciente del desarrollo posterior de los personajes en la saga. Lo de Apollo está en relación con la existencia de las Creed y de igual modo se eliminó al máximo la participación de Brigitte Nielsen, esposa de Stallone en aquel tiempo.

Hay más tiempo para los vínculos entre los personajes y desarrollo de conflictos (también puntos de vista novedosos en la pelea final) en una versión que dura apenas unos diez minutos más que la original y que, sin embargo, no es para otra cosa que reforzar el mensaje final, que en plena batalla de Joe Biden con Putin (en su momento era Ronald Reagan contra Mijaíl Gorbachov) le viene como anillo al dedo al film qué pasó por cines norteamericanos el año pasado y ahora tiene algunas funciones en el Bafici.

El tiempo no hizo mejor a la película pero le quito al público el placer culposo de verla. Ahora se puede apreciar en un festival de cine independiente y disfrutar de ella con aplausos efusivos, al suspender por un instante la razón y darle lugar al espectáculo emotivo que produce el semental italiano.

6.0
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