Netflix - 7 Puntos

Crítica de "La mujer de la casa de enfrente de la chica en la ventana", una exploración al thriller del falso culpable

"La mujer de la casa de enfrente de la chica en la ventana" (The Woman in the House Across the Street from the Girl in the Window, 2022) es una miniserie de Netflix que explora el thriller con otro tipo de asesino serial. Estamos ante un producto que explota el asunto del falso culpable en el thriller, presenta un clímax sorpresivo e inserta un epílogo inesperado, además de un asesino atípico en el género.

Anna (Kristen Bell) es una joven divorciada que vive sola en un suburbio acomodado, en buena casa, se dedica a pintar cuadros, a pasar la vida bebiendo alcohol y mirando lo que ocurre a través de la ventana de su sala. En una de ésas, observa la llegada del nuevo vecino, Neil (Tom Riley), quien se instala con su hija en la vivienda de enfrente; se trata de un hombre joven y apuesto que rápidamente atrae su atención.

Ambos personajes han sufrido la pérdida de un ser querido: Anna a su pequeña hija y Neil a su esposa, los dos decesos de manera muy trágica, mostrados en flashbacks. Pero pronto traban una relación no amistosa pero sí interesada que los llevará a sentir cierta atracción mutua. Sólo que un acontecimiento cambiará las cosas: resulta que Neil tiene novia, una bella azafata de nombre Lisa (Shelley Henig), quien llega a visitarlo sólo para ser asesinada de manera brutal ante los ojos de Anna, o al menos eso es lo que ésta cree haber visto.

Así que Anna comienza a sospechar de Neil y busca demostrar su culpabilidad, lo que la lleva a cometer errores y a ser desacreditada por la policía a causa de su alcoholismo y al consumo (de pilón) de pastillas tranquilizantes que le causarían alucinaciones, como aquélla donde imagina que Neil va a buscarla a su casa para tener relaciones.

Tenemos entonces una fórmula repetitiva del género del thriller que causa tensiones y sospechas, incertidumbre y juicios fallidos, aunque vale acreditar que todo es presentado de manera eficiente y permitiéndose incluso algunas escenas graciosas. Los personajes igualmente son presentados con algunos traumas y defectos, en especial el alcoholismo de Anna y la ambición de Lisa, que en realidad se llamaba Chastity, y era una timadora especializada en estafar a hombres con dinero, siendo Neil su último prospecto de víctima.

Lisa tiene como cómplice al stripper Rex (Benjamin Levy Aguilar), pero igual tratará de embaucarlo cuando éste decide no seguir con el plan para estafar a Neil. Rex persigue a Anna cuando se da cuenta que ella está investigando la muerte de Lisa, pero se hacen muy amigos y se cuentan todo, hasta que el desnudista es atrapado como sospechoso de la muerte de la aeromoza.

Después Anna también es considerada sospechosa, pues resulta que Lisa fue asesinada con una de sus espátulas para mezclar pinturas. Luego Neil es acosado por Anna y descubre que él trabaja como ventrílocuo en un bar, en una terapia para superar la muerte de su esposa. Otro elemento grotesco.

En fin, hay una serie de hechos y aristas que se van desenredando para volver a enmarañarse sin que se pueda descubrir al asesino de Lisa. Sospecha tras sospecha, candidatos a criminales, muchas dudas, y nada. El asesino finalmente se revela de manera inesperada ante los ojos de Anna, quien tiene que enfrentarlo en una grotesca lucha cuerpo a cuerpo, casi de slapstick.

El epílogo, ya con las aguas en calma, también incluye el cameo de una célebre actriz en un personaje sin nombre que igualmente, en una escena en un avión, sufre un atentado que confunde a Anna, lo que la va especializando en suspicaz profesional.

La mujer de la casa de enfrente de la chica en la ventana es una miniserie que parece como una larga película, con ocho episodios cortos, entretenida y recomendable para pasar una o dos noches gratas. Claro, uno termina preguntándose de qué vive Anna, de dónde paga a su psiquiatra, de dónde saca para comprar tantas botellas de vino, sus óleos, sus lienzos… si nada más se la pasa mirando por la ventana (¿indiscreta?). Es ficción, pues. Lo interesante es que en el vecindario y en la sociedad la ven como loca y alcohólica.

7.0
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