París sin Torre Eiffel

Divines

Divines (2016), mejor ópera prima en Cannes 2016, hace arder Paris y traspasa la pantalla con singular eficiencia pese a su áspero relato sobre dos chicas parisinas en el mundo de las drogas.

Divines
jueves 29 de marzo de 2018
Divines es de esas operas primas que te hacen entrar a lo grande en este ambiente. Son buscadas por periodistas, siempre ansiosos de talento y personalidad. Pues no hay nada más personal que contar la vida de tu propia hermana, quien abandona el colegio y cae en el universo del narcotráfico. Tan imperfecta como intima, la historia merecía ser contada. Seria apresurado hablar de “el cine de Houda Benyamina”, pero lo cierto es que, con este material, la treintañera cineasta ya parece marcarse su propio rumbo artístico. En Divines confluyen varias de las mas asentadas etnias raciales de Francia, donde cohabitan musulmanes africanos y personas de sectores europeos menos conocidos. El tema se tensa cuando Maimuna (Déborah Lukumuena), la amiga de Dounia (Oulaya Amamra), entra también casi a los empujones al universo marginal, donde la droga es el producto de negociación por excelencia. Aquí reside lo “mágico” de la película que provoca un atrayente equilibrio; ambas actrices se desarrollan con una gracia singular en el nuevo mundo que integran. No actúan en tono comedia, simplemente su naturalidad traspasa la pantalla. Sin duda útil hallazgo que le otorga creatividad al film. Por si fuera poco, inculca de a ratos un ritmo a lo Ciudad de Dios o Siete cajas.Al igual que la recordada ganadora de la palma de oro Dheepan (Dheepan, 2016), se obtiene una fotografía panorámica de estos refugios, oxidados en los crudos barrios parisinos que repelen epicentros turísticos, como la torre Eiffel o la Catedral de Notedrame. Sin duda, el largometraje entretiene y hace pensar. Otro punto mas para Netflix, plataforma seleccionadora de talentos.
8.0
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