Crítica de "El poder de la moda": Kate Winslet y una venganza con glamour

Hablar de Kate Winslet en el mundo del cine es considerado una reverencia. Aunque puedan existir detractores de sus diversos trabajos, el prestigio de la actriz inglesa es innegable. Colaborar con figuras como James Cameron (en Titanic), Danny Boyle (en Steve Jobs) y Steven Soderbergh (en Contagio), entre otros, no es mera coincidencia, al igual que las siete nominaciones a los Premios de la Academia de Hollywood que ha acumulado a lo largo de su carrera. En su último filme, El poder de la moda (The Dressmaker, 2015), Winslet vuelve a cautivar al público argentino con un papel que lidera la trama. Encarnando a Tilly Dunnage, su personaje, la actriz británica despliega su inconfundible magnetismo, pero con una notable diferencia: la sed de venganza que impulsa a la modista hacia adelante constituye el punto de partida perfecto para la película.

Basada en la novela homónima de Rosalie Ham, El poder de la moda se sumerge en la vida de la glamorosa modista Dunnage, quien regresa a Dungatar, un pequeño pueblo australiano, después de años en París. Su objetivo es reencontrarse con su madre y, al mismo tiempo, ajustar cuentas con aquellos que mancharon su reputación desde su infancia. El film logra sembrar una constante incertidumbre a través de flashbacks, manteniendo ocultos los detalles de su búsqueda de justicia. El suspense y la intriga se dosifican cuidadosamente, estableciendo un escenario en el que se vislumbran muertes, dolor y la lucha por la verdad desde los primeros momentos.

La dirección de la película corre a cargo de Jocelyn Moorhouse, una directora australiana con experiencia en historias que exploran el poder y los secretos de los personajes femeninos. Moorhouse no vacila al dirigir a una actriz de la talla de Winslet, habiendo trabajado previamente con estrellas como Winona Ryder, Kathy Bates y Michelle Pfeiffer. Aunque el film se centra en la protagonista, no está sola en su brillantez. Liam Hemsworth, Hugo Weaving y Judy Davis, especialmente notable como la madre de Tilly, completan un elenco que, si bien destaca, se ve afectado por una dirección que intenta abarcar demasiados géneros, desde el drama hasta la comedia ligera, sin profundizar en ninguno.

A pesar de estos desafíos, El poder de la moda marca el regreso triunfal de Kate Winslet como protagonista. Su habilidad camaleónica para enfrentar una variedad de escenas brinda fluidez interpretativa a la película. Tilly Dunnage y su búsqueda de justicia. Kate Winslet y su búsqueda de la excelencia. En un melodrama que pinta una vívida caricatura de un pueblo y sus secretos, Winslet brilla como una estrella que se supera en cada rol, consolidando su lugar en la cumbre de la industria cinematográfica, ya sea a través de producciones principales, independientes o colaboraciones con directores de renombre.