Un fragmento de sentido

La maldad

La maldad (2015) es la ópera prima del director mexicano Joshua Gil. Es un film de escenas largas y donde la historia apenas es sugerida. Lo que lo personaliza es tal vez su estética, y principalmente su fotografía, pero que no termina de definir un camino para la película, dejando sentidos muy abiertos que no logran darle solidez ni atractivo.

La maldad
domingo 01 de noviembre de 2015
De manera fragmentada la cámara presenta al anciano Rafael (Rafael Gil Morán). A pesar de los claros signos de su avanzada edad, él no parece darse por vencido frente a la vida ya que su deseo es realizar una película con doce canciones compuestas por él y que hablan de un amor que ya no es. Allí, en el medio del campo también está Raymundo (Raymundo Delgado Muñoz), quien a diferencia de Rafael sí quiere morir, y ya sabe cómo hacer para que eso suceda.Frente a la estética mencionada del film hay una referencia que tiene que ver con el juego entre ficción o realidad. El director decide iniciar la película con un plano secuencia de diez minutos del incendio de un cañaveral. Luego las escenas donde aparece Rafael no parecen estar guionadas y tanto su idiosincrasia como ese lugar inhóspito donde habita generan una idea fuerte de documento, donde ya no es claro si la cámara llegó primero o si eso preexistía a ella, generando una interrogación sobre lo real. Pero lo cierto es que este planteo tampoco marca un camino al film ni resulta clave para acercarse al mismo. Todas las imágenes sugieren dejando demasiado abiertos los sentidos y todo se cuenta de modo fragmentado generando confusión. Vemos a Rafael hablando con Raymundo sobre su idea de hacer una película y cantando. En la siguiente escena está siendo auscultado por un médico, poniendo su deterioro físico en primer plano. Hay también dos referencias al momento político de México previo a las elecciones del 2012: dos campesinos hablando del gobierno y de su penosa situación y el final del film donde se ve a Rafael pasando por una protesta contra el actual gobierno. Es difícil generar una integración de la totalidad y la película se termina regocijando en planos largos que no aportan a formar una clara idea de lo que se quiere mostrar realmente.Siempre es osado retratar en cine el deterioro, el fin de la vida, la soledad, sin caer en tiempos aletargados o tal vez en lo solemne. Pero La maldad solo apunta a la sugerencia y al simbolismo, como si el espectador todo lo pudiera y todo lo resistiera. Tal vez olvidar eso sea lo malo.
5.0
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