Inevitable adiós

La despedida

La despedida (A despedida, 2014), del realizador Marcelo Galvão, tiene como protagonista al Almirante, un hombre mayor transitando el ocaso de su vida. A pesar de su lucidez mental, el paso del tiempo se marca en su cuerpo minuto a minuto. Tal vez por eso decide un día levantarse y encarar una suerte de despedida, con el fuerte peso de la conciencia que anuncia el inevitable final.

La despedida
viernes 24 de octubre de 2014
Esa presencia tan pesada de la vejez, la ancianidad que marca a las personas y las estigmatiza es lo que Galvão pone en un comienzo en primer plano. La tragedia que esto supone acosa al film como un fantasma. Hay planos que causan rechazo, porque el director no se priva de marcar y remarcar el desgaste físico, la decrepitud. No hay crueldad en estos planos, quizás sinceridad, pero nunca condescendencia.La despedida sigue al Almirante (Nelson Xavier) a cada lugar que decide ir, y cada escena tiene su particularidad, su encanto: la frustrada visita a su nieto, la iniciación en la marihuana. Pero, de alguna manera, todo esto parece ser un preludio para llegar a lo mejor del film: el encuentro con su amante, una joven morena perdidamente enamorada de él.La sensación en estas escenas es que parecen robadas, como si la cámara sólo interrumpiera un encuentro que no debería ser mostrado. La forma en que el director desarrolla este pequeño relato dentro del film es poético. Asume la dimensión trágica del momento, porque la muerte parece estar jugando allí con el Almirante todo el tiempo. Pero ese instante de intimidad parece estar negando cualquier idea del tiempo o diferencia etaria.El film de Marcelo Galvão tiene una dimensión existencial en cuanto a su temática. La reflexión por el paso del tiempo está latente en todo el film. La juventud como esa añoranza que perdura y que muchas veces duele. Y la muerte, marcando el sentido de cada final.
8.0
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