La fría luz del día

En La fría luz del día (The cold light of day, 2011), segundo largometraje del director Mabrouk El Mechri (JCVD, 2009), Bruce Willis interpreta al padre de Will Shaw (Henry Cavill) quien decide pasar unas breves vacaciones en España junto a su familia, a pesar de ser adicto al trabajo. Lo que Will no sabe, es que las plácidas vacaciones se convertirán en pesadilla cuando descubra que su familia ha sido secuestrada por una red terrorista, y que el gobierno de Estados Unidos y su propio padre, se encuentran involucrados en el asunto.La confusión aparece cuando la estructura narrativa se pierde en el abismo al no contar con un objetivo y un enemigo concretos. No termina de aclararse de quienes escapa el protagonista y quienes están de su lado, y su meta (que consiste en recuperar un misterioso maletín en menos de 48hs para rescatar a su familia) se diluye al no terminar de esclarecerse su contenido o porque es tan importante para todo el mundo.Por otro lado, pareciera como si Mabrouk El Mechri fuera llenando casilleros con los elementos de la fórmula de acción que deben estar en la película, sin que se muestre un hilo conductor que lleva a esos elementos hasta ahí. Esto se ve muy claro por ejemplo con la aparición completamente arbitraria del personaje femenino interpretado por la española Verónica Echegui. La poca credibilidad y lo forzado de las secuencias genera un efecto paródico. Da cuenta de esto, la aparición de la veterana Sigourney Weaver que interpreta a una agente de la CIA que excede los estereotipos.El único punto fuerte del film  está en el modo en que el director explota al máximo la locación de Madrid haciendo circular al personaje por lugares turísticos y pequeños pasajes que embellecen el cuadro. Si a esto le agregamos la presencia de un ritmo aceleradísimo como consecuencia del poco tiempo que tiene el protagonista para cumplir su objetivo, e incluimos los múltiples disparos, corridas  y persecuciones en autos (que recuerdan a veces a algunas escenas de Rápidos y furiosos), el resultado será un producto que logrará entretener (en especial a los fanáticos del género) durante la hora y media de película.Sin embargo para quienes esperaban un film de acción con un giro inesperado en la historia, o como mínimo, a Bruce Willis como su protagonista (su breve performance decepcionará a más de uno), La fría luz del día no será la elección correcta ya que brinda un producto poco memorable y que no ofrece ni un destello de originalidad.