2022-06-15

Gaumont

Crítica de "Las cosas donde ya no estaban", un antes del amanecer de Fabio A. Vallarelli

Dolores (Agustina Quinci) es una ascendente cantante pop argentina, afincada en Barcelona, que regresa al país para brindar un concierto. Luca (Andrés Ciavaglia), un dibujante devenido en arquitecto que acaba de enfrentarse a la muerte de su padre. Los dos pasaron los treinta y hace 17 años que no se ven. Luego del recital de Dolores, y un reencuentro fortuito, ambos volverán a aquellos lugares emblemáticos que los marcaron mientras reflexionan sobre lo que fueron, querían ser y terminaron fueron.

Las cosas donde ya no estaban (2021) es de esas películas que recuerdan a la trilogía "Before" de Richard Linklater por su forma, donde algunos tópicos se repiten, varios se entrecruzan y otros se resignifican, pero siempre tomando una distancia prudencial para no caer en la repetición y la copia. Vallarelli parte de la idea de seguir a dos personajes durante el reencuentro en la ciudad y a partir de ahí construye una historia propia, por momentos melancólica, por otros pesimistas, con una fuerte carga emocional y donde la realidad, personal, social y nacional, no está ausente.

Simple y honesta, sin grandes pretensiones, pero con una cuidada estética moderna, de canciones pop y encuadres donde la ciudad se vuelve protagonista, Las cosas donde ya no estaban, un dramedy romántico generacional sobre la incomunicación y la distancia transita por sensaciones, momentos, recuerdos y vivencias que, tarde o temprano, terminan interpelando al espectador para ponerlo frente a un espejo. El espejo de la vida.

 

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