Crítica de “Las dos Mariette”: un documental sobre la identidad y la importancia de la verdad

Mariette vive de acuerdo con las normas impuestas por la época, su clase social y su religión de nacimiento. Sin embargo, su vida da un giro al descubrir su herencia judía, lo que la obliga a enfrentar prejuicios y desafíos. El documental no solo explora la dificultad de desconocer su propio pasado, sino también el proceso de aceptación y cómo afecta a su vida y a quienes la rodean.

La directora enfoca la narrativa en el proceso de aceptación personal de Mariette, prescindiendo de una voz en off o exceso de textos explicativos. A través de imágenes íntimas y conversaciones sinceras, la película penetra en la complejidad de cada persona y sus vivencias.

A pesar de la resistencia inicial de su familia a ser expuesta, Mariette decide compartir su verdad, demostrando una valentía sorprendente. La aceptación gradual de su familia refuerza la idea de que seguir su propio camino, incluso en la edad avanzada, es un acto de integridad.

Las dos Mariette (2024) muestra tanto momentos íntimos con la familia de Mariette, especialmente con sus hijos y nietos, quienes muestran una comprensión y naturalidad admirables, como conversaciones más formales, como las reuniones de té de las damas de Recoleta. Estas charlas, aunque a veces anacrónicas, presentan diferentes perspectivas que enriquecen el pensamiento crítico y la comprensión del tema en cuestión.