74 Berlinale

Crítica de "Langue étrangére" de Claire Burger con Lilith Grasmug y Josefa Heinsius

Las actrices Lilith Grasmug y Josefa Heinsius son el epicentro de la narrativa de iniciación creada por Claire Burger, situada en el contexto de un intercambio lingüístico en Alemania.

Crítica de "Langue étrangére" de Claire Burger con Lilith Grasmug y Josefa Heinsius
lunes 26 de febrero de 2024

Presentada en la Competencia Oficial de la 74° Berlinale, Langue étrangére (2024), de Claire Burguer, aparece como la contracara, antítesis perfecta de L’empire, de Bruno Dumont. No deja de sorprender cómo la crítica mayoritariamente defenestró a esta última para aplaudir a la primera. No sé si es que todos vamos a morir de corrección política o habrá que explicar los chistes, pero si nos interesa una mirada filosa y personal sobre la política (mundial, pero europea en particular) seguramente debería prestarse más atención al aparente sinsentido del creador de P’tit Quinquin (su personaje del jefe de policía vuelve a aparecer en L’empire) y rascar un poco en la superficie del pretendido compromiso de la obra que aquí reseñamos.

Veamos: en Langue étrangére nos encontramos con Fanny, una chica francesa de 17 años que, viaje de intercambio mediante, llega a Leipzig (Alemania) para mejorar el idioma y continuar sus estudios durante un semestre. Allí se establece en la casa de Lena, con la que va al colegio. El viaje sirve a la francesa para escapar de cierto bullying que vendría sufriendo en su escuela y para descubrir el mundo del compromiso político. Lo que funciona en la creación de climas y el nexo y conexión entre ambas muchachas (muy sólidas actuaciones de Lilith Grasmug y Josefa Heinsius, que no desentonan con quienes componen a sus madres, nada menos que Nina Hoss y Chiara Mastroianni), descoloca por la superficialidad con la que se acerca a la mirada política y social de las protagonistas.

Para Claire Burguer pareciera que la juventud se interesa en la problemática ambiental, la discriminación, las migraciones o el avance de la ultra derecha por una cuestión de moda. La necesidad de Fanny de impresionar a Lena hace que la impostura sea incluso más estridente, pero la participación en marchas, las medidas de acción directa y las discusiones políticas no superan la reiteración de lugares comunes y cantinelas que se repiten como subrayando que no se comprende lo que se está diciendo o haciendo. De este modo, la aparente empatía con los conflictos individuales de las protagonistas choca con la subestimación hacia el lugar que ocupan en el mundo, su cosmovisión y valores. Después de todo son jóvenes. Ya crecerán, olvidarán las utopías y “entrarán en razones”.

5.0
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