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Crítica de "Una obra para mí": Sebastián Suñé se adentra en las complejidades de la existencia

"Una obra para mí", escrita por Sebastián Suñé y protagonizada por Francisco Bertín y el mismo Suñé en el escenario, se adentra en un territorio intrigante: el del biodrama. La premisa gira en torno a la experiencia personal del autor, quien es convocado por un festival de teatro para incursionar en este género desconocido para él.

Crítica de "Una obra para mí": Sebastián Suñé se adentra en las complejidades de la existencia
jueves 22 de febrero de 2024

Una obra para mí es un testimonio íntimo y revelador de la experiencia del autor, quien se sumerge en el desafío de escribir una autoficción sin tener pleno dominio del género. Esta situación de vulnerabilidad y exploración se traduce en una narrativa teatral que va más allá de la mera representación de hechos personales, convirtiéndose en un viaje emocional y reflexivo que invita al espectador a cuestionar sus propias percepciones y experiencias.

La trama se desenvuelve con la dualidad de la comedia y el drama, lo cual refleja la complejidad de las relaciones humanas y los procesos de creación artística. A través de la narración de la historia de amor entre "Él" y "Yo", Suñé explora los matices emocionales de dicha relación.

La audacia de la obra reside en su habilidad para abordar con sinceridad y transparencia temas delicados y socialmente incómodos. Desde el amor y el deseo hasta el duelo y la crítica social. La actuación de Bertín y Suñé es notable, logrando transmitir al público la gama de emociones que impregnan la obra. Su capacidad para alternar entre momentos de humor y momentos de profunda reflexión logra mantener al espectador cautivo a lo largo de la representación.

Dirigida por María Lía Bagnoli y el propio Suñé, la originalidad de la propuesta también se manifiesta en la forma en que se estructura y presenta la historia. Al teatralizar el proceso de escritura y narración del biodrama, Suñé no solo ofrece una mirada detrás de escena del arte teatral, sino que también desafía las convenciones narrativas tradicionales, rompiendo la cuarta pared y creando una experiencia teatral interactiva y participativa. Esta ruptura de los límites entre la realidad y la ficción, entre el autor y el espectador, permite una mayor inmersión en la historia y una mayor conexión con los temas tratados.

Una obra para mí trasciende su condición de simple obra teatral para convertirse en un viaje emocional y reflexivo que invita al espectador a explorar los rincones más oscuros y luminosos de la condición humana.

6.0
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