Salas
Crítica de “Yo capitán”, Matteo Garrone y la odisea del refugiado
El director de "Gomorra" y “Dogman” presenta un relato conmovedor desde la perspectiva de un adolescente senegalés que anhela emigrar a Europa.
La problemática de los refugiados ha permeado Europa durante mucho tiempo, y numerosas películas han abordado este tema desde diversas perspectivas. Yo Capitán (Io Capitano, 2023) adopta el punto de vista de un joven migrante para narrar de manera cruda su arduo periplo en primera persona.
Un adolescente de Dakar, Senegal (interpretado por Seydou Starr), decide emprender junto a su primo (Moustapha Fall) un viaje hacia Europa. En esta travesía, se enfrentan a inesperados obstáculos de todo tipo, desafiando al límite las capacidades humanas. La película nos sumerge en una odisea contemporánea donde el protagonista pasa de ser considerado humano a convertirse en mercancía y, finalmente, en un ser tratado como un animal en su lucha desesperada por la supervivencia.
Desde El Puerto (Le Havre, 2011) hasta Flee (2021), pasando por El Hombre que Vendió su Piel (The Man Who Sold His Skin, 2021), el cine europeo ha explorado este tema desde diversas perspectivas. Sin embargo, Yo Capitán obliga al espectador a sumergirse de manera definitiva en la piel de aquellos que buscan un futuro mejor, otorgándole así importancia y trascendencia a la película.
En términos cinematográficos, la producción adopta una narrativa clásica que recurre al realismo para contar las complejidades y peligros, que enfrentan los inmigrantes que deciden llegar de manera ilegal al viejo continente en busca de una vida mejor.
El film explora la realidad de tratar con delincuentes y confiar en mercenarios, exponiendo los riesgos asumidos por aquellos que persiguen un sueño. La trama se desarrolla mientras los protagonistas se someten a condiciones inhumanas al atravesar primero el desierto y luego el mar para llegar a la tierra anhelada, dejando atrás a sus familias y afectos.
Yo Capitán acompaña al protagonista a lo largo de las vicisitudes del refugiado, evitando adentrarse en aspectos políticos o sociales, con el objetivo de suscitar empatía en el ciudadano europeo hacia la experiencia del migrante.
