El libro de la semana
"Katie": Michael McDowell y una travesía aterradora
En "Katie" (La Bestia Equilátera), Michael McDowell nos sumerge en un oscuro viaje en el cual la línea entre el bien y el mal se desvanece. La protagonista, Katie Slape, una asesina en serie con poderes paranormales, se convierte en el instrumento de una historia escalofriante.
Katie nos transporta a 1882, sumergiéndonos en el decadente escenario de Nueva York. Aunque, al igual que "Agujas Doradas", la historia comienza en esta metrópolis, su trama se expande hacia diversas regiones de los Estados Unidos, explorando los oscuros recovecos del país.
La ciudad en ruinas no solo sirve como un mero telón de fondo, sino que desempeña un papel crucial en el desarrollo de la narrativa. En este contexto, emergen como protagonistas dos jóvenes: Katie Slape, una muchacha cuya falta de inteligencia se compensa con una malevolencia descomunal, y su antagonista, Philo Drax, quien queda huérfana prematuramente y se ve obligada a enfrentar el odio de Katie.
Katie, traducida por Teresa Arijón, se divide en dos partes distintivas. En la primera, la maldad reina supremamente, sumergiendo a los lectores en la oscura psique de la asesina con poderes paranormales. Sin embargo, la segunda parte del relato introduce un giro, donde el mundo parece imponer una justicia poética, equilibrando las fuerzas de manera inesperada.
La destreza narrativa de McDowell, consagrado por su novela de culto Los Elementales (La Bestia Equilátera), se manifiesta en Katie con una brillantez escalofriante. La creación de personajes extraordinarios, diálogos exquisitos y un ingenio vertiginoso son hábilmente equilibrados por una artesanía narrativa cuidadosa y paciente. En esta truculenta proeza, el autor logra estremecernos con el terror de lo humano, explorando las profundidades de la psique y desafiando nuestras percepciones de bien y mal.
Nacido en 1950 en Enterprise, Alabama, Michael McDowell, quien falleció en 1999 a causa de una enfermedad asociada al VIH, no solo dejó su huella en la literatura, sino también en la pantalla, colaborando con Tim Burton en guiones inolvidables como Beetlejuice (1988) y El Extraño Mundo de Jack (1993).
A través de Katie, lanzada en 1982 y que, junto con Los Elementales, su obra de culto, y Agujas Doradas, conforma una suerte de trilogía, nos sumergimos en una fascinante odisea literaria. En esta narrativa, la maldad y la justicia se entrelazan de manera magistral, mostrando la maestría de McDowell en la creación de historias que cautivan y aterran en proporciones igualmente intensas. Una vez más, el autor demuestra su habilidad única para envolver a los lectores en relatos donde lo oscuro y lo recto convergen con maestría narrativa.
