Crítica de "Escort Boys", la serie francesa que desafía la norma

La trama se desarrolla en Camargue, donde cuatro amigos, Ben, Mathias, Ludo y Zack, unen fuerzas para salvar su granja apícola creando un servicio de escorts. A pesar de la premisa arriesgada, la serie se revela como una grata sorpresa que mejora con cada episodio.

Escort Boys se desenvuelve con una progresión narrativa que va más allá de las apariencias superficiales de los personajes. Aunque los primeros episodios establecen el tono, es a medida que avanza la temporada que los protagonistas revelan capas más complejas de sus personalidades.

Aunque el tema de Escort Boys podría sugerir una serie centrada en lo vulgar y lo grotesco, sorprendentemente, evita estos peligros. A pesar de incluir escenas de sexo y desnudez, la narrativa aborda de manera pertinente, sensible y humorística temas relacionados con las relaciones de pareja, la feminidad, la masculinidad y la sexualidad. La narración logra combinar momentos más ligeros con otros más serios, explorando el deseo y el placer de una manera reflexiva.

El elenco, encabezado por Guillaume Labbé, Simon Ehrlacher, Thibaut Evrard y Corentin Fila, contribuye al encanto de la serie. La química entre los actores masculinos es palpable, creando una convincente historia de amistad entre los personajes. Además, las estrellas invitadas femeninas como Carole Bouquet, Rossy de Palma, Zahia Dehar, Kelly Rutherford y Amanda Lear aportan sorpresas agradables a la trama.

Filmada en Camargue, la serie también destaca por su dirección, donde Ruben Alves logra una fotografía poética que transporta a los espectadores a otro lugar. Escort Boys no solo es provocadora en términos de contenido sino también visualmente cautivadora.