Crítica de "Atentado en el aire", 97 minutos de vértigo con Alec Baldwin y Jonathan Rhys-Meyers

La trama gira en torno al secuestro de un avión que se estrellará en 97 minutos al agotarse el combustible. Hawkins (Alec Baldwin), director de la NSA, tiene la misión de liberar a la aeronave y se enfrenta a decisiones que podrían poner en peligro a los pasajeros. Dentro del avión se encuentra Alex (Jonathan Rhys-Meyers), un doble agente de la Interpol encubierto entre los secuestradores, quien debe hallar una solución para salvar la aeronave sin ser descubierto. Todo converge hacia la resolución final.

Resulta intrigante cómo la narrativa construye todo el drama en un único espacio (el avión), que presenta la dificultad de escape. Además, los problemas externos introducen elementos que mantienen el ritmo del suspenso mientras la tensión se incrementa hacia el desenlace (en tiempo real) a medida que los personajes deben evitar ser descubiertos y gestionar las comunicaciones para enviar mensajes.

La historia se destaca al mostrar el conflicto desde las identidades de los personajes y la función que desempeñan. La dificultad de anticipar las acciones de cada uno agrega complejidad al relato. Asimismo, se trata de un relato centrado en los personajes, donde el drama revela momentos para explorar la personalidad y las historias pasadas de cada uno, así como los elementos detrás del secuestro. 

Atentado en el aire (97 minutes, 2023) se presenta como un relato emotivo y directo acerca de las acciones de sus personajes, sostenido por el ritmo y los diversos cambios de situaciones. La utilización del tiempo como elemento de tensión y las decisiones con implicaciones a nivel internacional agregan capas adicionales a la trama de este intenso thriller de Reino Unido.