Crítica de "Soltera codiciada 2", segundas partes sí pueden ser buenas

Es decir, más aventuras, más desventuras, más de lo mismo que sí funcionó en la primera parte. En esta película observamos en cambio, otro capítulo en la vida de estas tres amigas, con María Fe a la cabeza y nuevamente interpretada por Gisela Ponce de León.

Luego del suceso de la publicación de su libro, nos encontramos con la protagonista en medio de un bloqueo creativo a lo que se sumara una fuerte tristeza de esas que la vida debe entregarnos cada cierto tiempo. La realizadora Lombardi acierta en continuar la construcción de sus personajes, y no rellenando el metraje con aventuras más alocadas como dicta el manual. Es elogiable como ha logrado conducir su nuevo largometraje hacia terrenos más propios, impregnándole un espíritu independiente a la producción, con un humor inteligente que por varios pasajes nos recuerda a Solos, pero con la estética y principalmente, la dirección artística, que desafortunadamente nos remite demasiado a Tondero, casa productora de la cinta original. Esa quizá sea mi única objeción a la película, el contexto que rodea las locaciones más importantes. La ambientación "hipster" que lo uniformiza todo, que no crea diferencias u evidencia algún tipo de conexión emocional entre las viviendas y el mundo interior de los personajes centrales.

Por lo demás, Soltera codiciada 2 (2023) es un avance significativo respecto a una primera entrega que es eficaz y muy disfrutable. Ahora se suman personajes secundarios como los interpretados por Salvador Del Solar y Norma Martínez, que sirven de soporte para continuar esta exploración fílmica en la intimidad y crecimiento del personaje de María Fe.

Continúa siendo destacable el aporte de Jely Reátegui, con el "feedback" preciso para brindarle algo de humor a situaciones que en su esencia no lo son. Esperemos que pase el tiempo que deba de transcurrir para que el tándem María José Osorio & Joanna Lombardi, vuelva a la pantalla grande con otra instancia en la historia de estas mujeres.

Finalmente, Soltera codiciada 2 se sitúa al lado de Django, sangre de mi sangre (Aldo Salvini, 2018) como las segundas partes más atractivas de la historia del cine comercial peruano, porque escaparon de la comodidad que supone el replicar la misma fórmula, y apostaron por lo que en el papel es una incógnita, serle fiel a la visión de su realizador.