Crítica de “Oliva”, los Leyrado en una simpática parodia de los Corleone

Basada en la obra de teatro “Extra Virgen” de Lisandro Fiks y Juan Leyrado, Oliva (2023) es la ópera prima de ficción de Luciano Leyrado, quien imprime un tono cómico paródico a su historia de mafiosos en un campo en el que se produce aceite de oliva. 

La historia comienza cuando Miguel (Ignacio Toselli) viaja al campo de su padre, Don Pascual Del Vecchio (Juan Leyrado), para presentarle a su flamante novia Gina (Romina Fernandes). Sin embargo, hay un pequeño detalle que Miguel omitió mencionar: su padre, luego de la infidelidad de su madre en el pasado, quedó en shock y ahora se cree un capo de la mafia italiana. Miguel decide seguirle la corriente, pero como suele ocurrir en las comedias de enredos, la mentira no tarda en desmoronarse.

Estamos ante una comedia amena, de humor sencillo y naif, que logra su efecto gracias al tono que establece en su narrativa. La música, los gags físicos y las actuaciones se encuentran en un mismo nivel, transmitiendo la gracia buscada. Quizás el mayor atractivo de la película sea su aspecto visual, que ofrece una cuidadosa recreación de la atmósfera iluminada con claroscuros de la mansión de campo de Don Corleone, donde se fraguaban pactos y besaban anillos. Se observa una atención especial en las posturas físicas, las posiciones de la cámara y los gestos de Marlon Brando que hacen referencia al clásico de Francis Ford Coppola.

Oliva es una comedia sin pretensiones más allá de brindar un divertido momento, con un énfasis en la familia y sus vínculos identitarios a través de las generaciones, algo que El Padrino (The Godfather, 1972) supo hacer muy bien.