Crítica de "Cash", dilemas y traiciones en un sólido thriller francés de Jérémie Rozan

En este thriller francés con elementos de comedia, se nos presenta la historia de un hombre determinado a cambiar su situación laboral y económica. Tras conseguir empleo en una fábrica empaquetadora de perfumes de alta gama y motivado por la falta de perspectivas de futuro, se embarca, junto a un amigo, en un plan meticulosamente orquestado para traficar perfumes de lujo sin levantar sospechas entre sus superiores. Lo que inicialmente parece un acto con poco riesgo pronto se convierte en una peligrosa carrera contrarreloj, en la que deben evitar ser descubiertos por la empresa y enfrentar las consecuencias de sus acciones ilegales.

Jérémie Rozan logra mantener un ritmo ágil a lo largo de una narrativa que se encuentra impregnada de una creciente tensión palpable en el ambiente. Las traiciones se multiplican, sumiendo al protagonista en un laberinto de dilemas morales que ponen a prueba su integridad. Cada paso que da en este mundo clandestino acarrea consigo complicaciones y obstáculos inesperados que amenazan con desestabilizar su frágil equilibrio.

No obstante, la llegada de un personaje femenino a la ecuación introduce una dimensión adicional. Su presencia no solo genera un vínculo afectivo, sino que también plantea nuevas perspectivas y desafíos a medida que el negocio se vuelve cada vez más grande y complejo. La interacción entre los protagonistas y la influencia de esta mujer en el curso de los acontecimientos profundizan aún más la intriga y el enredo emocional que envuelve a la historia.

El guion de Cash es uno de los puntos fuertes de la película. Con notable inteligencia, Rozan logra mantener un equilibrio entre el suspenso y el humor, aprovechando la rica tradición de la comedia francesa. Los diálogos son precisos y eficientes, atrapando al espectador en la red de engaños y dobles intenciones. La trama está habilidosamente construida, con giros y vueltas que mantienen la tensión en todo momento.

En este entramado de traiciones, dilemas morales y complicaciones crecientes, Cash nos sumerge en un mundo oscuro donde la línea que separa lo correcto de lo incorrecto se desvanece. La complejidad de la trama y las tensiones emocionales que se desatan en cada giro narrativo capturan al espectador, llevándolo a reflexionar sobre los límites de la moralidad y el precio que estamos dispuestos a pagar por nuestros deseos más profundos.