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Crítica de "Mixed by Erry", de DJ a delincuente y el auge de los discos piratas
En "Mixed by Erry" (2023), la nueva comedia del reconocido director italiano Sydney Sibilia, se nos presenta una historia real ambientada en el distrito de Forcella, en Nápoles, durante los años 80 y principios de los 90, con la piratería musical como telón de fondo.
El protagonista, Enrico Frattasio, es un chico con grandes aspiraciones de convertirse en DJ mientras trabaja limpiando en una disquería. Su habilidad para compilar casetes se vuelve muy popular entre sus amigos, lo que lo impulsa a tomar una decisión audaz pero equivocada: producir copias piratas de álbumes a gran escala. Junto con sus hermanos Peppe y Angelo, establece un imperio financiero de naturaleza seriamente ilegal.
De acuerdo con un informe presentado por Nielsen en la película, Mixed by Erry emerge como la tercera discográfica más prominente de Italia, un sello enigmático que compite de cerca con los gigantes RCA y Sony. Antes de su clausura, la compañía logra vender asombrosamente 180 millones de casetes en todo el país. Esta historia verídica otorga una base sólida y cautivadora para la trama, brindando un fascinante trasfondo a la historia.
El punto de partida de Mixed by Erry nos sumerge en la esencia de los "antihéroes", aquellos personajes cuya irresistible encanto y atractivo nos seducen hasta el punto de pasar por alto sus transgresiones. Es a través de esta dinámica compleja que el director nos insta, de manera deliberada, a explorar las profundidades de la empatía y a cuestionar nuestros propios juicios morales. En esta narrativa, la figura central de Enrico Frattasio encarna la dualidad de un individuo que persigue su pasión por la música mientras se adentra en los caminos de la ilegalidad.
Las interpretaciones de Luigi D'Oriano, Emanuele Palumbo y Giuseppe Arena como los tres hermanos van más allá de la espontaneidad y la energía arrolladora. Mediante cautivadoras actuaciones, logran capturar la complejidad humana y nos sumergen en un profundo viaje emocional. No obstante, su audaz empresa eventualmente se vuelve demasiado llamativa, atrayendo la atención de los poderosos capos mafiosos y la implacable Policía Financiera. Es en este punto crucial donde el elenco brilla aún más, destacando la actuación magistral de Francesco di Leva en el papel del agente de la ley incisivo y perspicaz.
La destreza del director para equilibrar magistralmente el humor ácido con una narrativa sólida y personajes convincentes es verdaderamente destacable. Mixed by Erry va más allá de las risas superficiales y logra generar una experiencia que nos sumerge en una profunda reflexión sobre los aspectos más intrincados de la existencia humana.
A través de una trama provocadora, la película cuestiona las normas establecidas y las convenciones sociales, desafiándonos a analizar nuestras propias concepciones de lo correcto y lo incorrecto. Nos sumerge en un viaje introspectivo en el que nos vemos obligados a explorar los límites de nuestra comprensión moral y a confrontar las contradicciones inherentes a nuestra propia naturaleza humana.
Mixed by Erry emerge como una revelación en el género de la comedia italiana, aportando un enfoque audaz y refrescante gracias a su enérgica y mordaz visión del humor y de la ética humana.
