Crítica de “Amnesia”, Sylvester Stallone y Matthew Modine en una película para el olvido

Amnesia (Backtrace, 2018), llamada ‘Cuenta pendiente’ en España, no empieza mal. Hay un tiroteo entre unos ladrones de banco con la policía filmado de manera digna que atrapa al espectador. Pero sucede que lo que se anuncia como un prometedor comienzo será el quid de la cuestión, porque uno de los ladrones (Matthew Modine) pierde la memoria y olvida donde escondió el dinero.

En una mezcla de secuestro y tortura, unos jóvenes ladrones buscan hacerle recordar el paradero del motín. Mientras tanto un policía retirado (Sylvester Stallone), que nunca pudo resolver el atraco, trata de detener a los maleantes.

Matthew Modine está toda la película tomándose la cabeza con cara de preocupación mientras que Stallone tiene dos escenas, una en la jefatura de policía y otra en el ansiado tiroteo final. El resto son un puñado de actores pésimos, con menos expresividad que Stallone después del botox.

El guion de Mike Maples tropieza con sus propias trampas. Como en todo policial la trama implica vueltas de tuerca -y las hay- pero siempre dentro de ‘lo posible’. Nada de eso pasa aquí, desde la fuga de la cárcel hasta la recuperación de la memoria (con un tratamiento a base de drogas), son imposibles de creer.

Sobre el final parece que los dos actores de renombre se van a calzar la película al hombro para hacerla llegar a un digno final. Tampoco sucede. Apenas hacen acto de presencia detrás del imaginario que supieron crear para una resolución contada con planos cerrados (en otra muestra del bajo presupuesto de la producción), que dinamita a una película para el olvido.