La tristeza siempre vuelve

Primas

Es una grosería asignarle una nota del 1 al 10 a Primas (2017) y ponerse a criticar la forma en que estas mujeres han elegido tan valientemente expresar los ultrajes que han sufrido en sus vidas. La cinta podría ser descrita como un documental de denuncia social, pero también es una suerte de terapia bastante íntima y catártica para sus protagonistas. No habría película sin ellas.

Primas
miércoles 15 de noviembre de 2017
Las primas del título son Rocío y Aldana. Rocío vive en la provincia de Buenos Aires, Aldana en Mendoza. Ambas sufrieron horrendos actos de violencia de pequeñas, los cuales describen en detalle durante un plano ininterrumpido de 12 minutos a mitad de la película. A pesar de todo el artificio y los excursos poéticos de Primas, su momento más poderoso es el más sencillo y directo. Otro momento impactante, desgarrador: Rocío tomando inventario de su cuerpo, lacerado indeleblemente por el fuego.A pesar de los horrores a los que refiere la película, Primas no viene a victimizar ni a las chicas ni a ninguna otra. Se presenta en clave de denuncia, sí; también de sanación. Para Rocío y Aldana la vida continúa, y el menester de la película, además de celebrar a las sobrevivientes, es mostrar a las demás la luz al final del túnel. Que la bronca y la tristeza jamás se van del todo, pero que se puede vivir con ella. En la búsqueda de la expresión personal hay alivio, y el triunfo máximo es reafirmar la vida a través de ella.La película está escrita y dirigida por Laura Bari, tía de Aldana. Las primas pasean, charlan, se muestran entre amigos y novios, disfrutan de la vida. Una de ellas recuenta su calvario en clave de cuento de hadas en la cima de un faro. O bien caminan entre ruinas semi-hundidas y en tinieblas, filosofando. Una de ellas se arrastra por la arena con una coraza de alambre y madera, metáfora recurrente a lo largo de la película. Otros momentos son más prosaicos: “Me quiero ir a la mierda de este pueblo de mierda”. Terminan viajando a Canadá a hacer teatro y danza interpretativa, que se presenta como último bastión de la expresión artística.Como ejercicio purgatorio, Primas es invaluable. Cualquier persona que haya pasado por algo similar debería considerarla visionado mandatorio, aunque la verdad la película no va a dejar a nadie indiferente. Aún cuando los recursos se quedan cortos o desprolijos la película no hace más que emanar un torrente de emociones genuinas y chocantes. Tiene su corazón en el lugar preciso y ofrece un excelente ejemplo de vida.
8.0
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