La tercera ¿es la vencida?

Alvin y las ardillas 3

Al parecer las películas infantiles de animación no se cansan de las sagas. Si una fue rendidora, entonces, ¿por qué no continuarla? Las ardillitas también entendieron la lección número uno de los grandes estudios y volvieron por más. ¿O por menos? Esa decisión la tiene el público, específicamente el infantil. Aunque si el film logra entretener –y recaudar- a pesar de sus suscesos hartos conocidos (ardillas en problemas de los que deberán salir airosas no sin antes cantar y bailar infinidad de ritmos), la saga puede continuar ad infinitum.

Alvin y las ardillas 3
viernes 30 de diciembre de 2011
Dave decide ir con Alvin y sus compañeros a un crucero. El destino final es ir a recibir los Premios Internacionales de Música. Pero Alvin parece no entender ninguna recomendación cuando Dave le llama la atención por su conducta, y con sus travesuras termina enredando a las demás ardillas. Luego de un infructuoso paseo en barrilete, acaban todas perdidas en una isla del océano. Al ir en su búsqueda, también Dave termina perdido. Pero no estará sólo sino con Ian, aquel desalmado productor que maltrató a las Chippette y del que se desconocen sus verdaderas intenciones. Cada ardillita sacará lo mejor de sí para sobrevivir, obviamente lo harán con mucha música y diversión.Como pasaba en las películas anteriores, gran parte del entretenimiento llega gracias a la viveza, el carisma y las locuras de Alvin. Sin embargo, lo que busca inicialmente el film es la identificación de los niños con las simpáticas ardillas. De alguna manera, la interacción con la raza humana está puesta al servicio de ese sentimiento. La desobediencia al adulto, las continuas travesuras con los amigos, el temor a estar perdidos y no ser encontrados, son todas situaciones que intentan reflejar parte del mundo infantil. Y es aquí donde la película consigue llegar a su público más deseado. Porque más allá de algunos guiños a films como Náufrago (Cast Away, 2000), Alvin y las ardillas 3 (Alvin and the Chipmunks: Chip-Wrecked, 2011) está pensada para movilizar a los más pequeños y robarle quizás alguna mueca a los más grandes.Un párrafo aparte merece la música. Los animales de las producciones infantiles con dotes artísticos ya parecen ser un clásico. La recientemente estrenada Happy Feet 2: El pingüino (2011) mantiene a los pingüinos al ritmo del tap dance llueva o truene, como también las ardillas no pierden las ganas de cantar aunque el mundo se caiga abajo. La música con su aura mágica para mejorar los malos momentos es un cliché –efectivo, claro está- de más de un film y no sólo infantil. Y no se puede negar que cuando la impronta musical es de calidad y moderna, el film gana algunos puntos, y este film no es la excepción. Lo que sí resta, sin embargo, es el abuso de ciertos recursos: ver por tercera vez a las ardillas haciendo lo mismo empieza a resultar un poco tedioso.Los productores de esta clase de sagas apuestan a la renovación del público. Posiblemente muchos niños desconozcan las películas anteriores, generando el efecto noveodoso. La repetición en sí no es condenable. Pero cuando se convierte en Ley y no en la excepción se entra en una vorágine un tanto viciosa que tiende a menospreciar a un público ávido de historias y completamente abierto a la imaginación y a mundos nuevos. Eso es lo que muchos productores deberían aprovechar, en lugar de aprovecharse.
4.0
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