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Crítica de "A través de tu mirada": Un desenlace carente de ritmo, monótono y saturado de clichés
La tercera entrega de la trilogía "A través de mi ventana", titulada "A través de tu mirada" (2024), dirigida nuevamente por Marçal Forés, cierra el arco de la historia de amor entre Ares y Raquel repitiendo la misma fórmula que la llevó hasta aquí.
Después de los acontecimientos del verano, Ares (Julio Peña) y Raquel (Clara Galle) deciden separarse al no hallar una vía para continuar su relación. No obstante, un reencuentro en invierno en Barcelona reaviva el amor y la pasión entre ambos, generando interrogantes sobre la posibilidad de una reconciliación, a pesar de que ambos están involucrados en nuevas relaciones.
Paralelamente a sus predecesoras (A través de mi ventana, 2022 y A través del mar, 2023 la película exhibe una sobrecarga de convenciones narrativas predecibles, diálogos superficiales y una caracterización simplista de los personajes, lo que resulta en actuaciones poco matizadas y unidimensionales. La puesta en escena se ve afectada por una estética excesivamente empalagosa, evidenciada con un soundtrack de éxitos musicales contemporáneos que pretenden desviar la atención del espectador de las carencias argumentales y la falta de coherencia en la trama.
La inclusión de múltiples subtramas plantea un dilema complejo, ya que, si bien su objetivo es enriquecer la narrativa, su ejecución genera una sensación de superficialidad en el desarrollo de la historia. Esto se evidencia en la manera en que se abordan de forma poco convincente las relaciones interpersonales y los conflictos asociados. El guion de Eduard Solà recurre a una serie de situaciones forzadas con el fin de justificar la inclusión de algunos personajes e inducir el drama; sin embargo, dichos conflictos se resuelven de manera apresurada y fuera de campo, sin aportar más que inconsistencia a la trama.
A través de tu mirada, como el resto de la saga, resulta una película tediosa, y predecible, en la que los personajes permanecen estáticos, sin mostrar ningún tipo de evolución. Esta falta de desarrollo se suma a la falta de originalidad y profundidad narrativa, aspectos esenciales para captar por completo el interés del espectador. Un cierre decepcionante para un producto que no cumplió con las expectativas y dejó mucho que desear.