Teatro Astral
Crítica de "Porteñas": Entretenimiento con preguntas esenciales y reflexiones sociales
"Porteñas" nos invita a realizar un fascinante viaje a lo largo del siglo XX, reviviendo década a década los momentos más significativos de la historia y la asombrosa evolución de la mujer en el último siglo. Bajo la dirección de Manuel González Gil, las actrices Julia Calvo, Cecilia Milone, Andrea Politti, Romina Richi y Micaela Riera dan vida a cinco mujeres aparentemente distintas entre sí, pero que, a pesar de las diferencias, se reconocen como semejantes, uniendo fuerzas en la lucha.
La trama, escrita con un tono de comedia costumbrista por Manuel González Gil y Daniel Botti, abarca casi 80 años de la historia argentina, desde 1909 hasta mediados de los años 80. La peculiaridad reside en que los personajes no envejecen a medida que transcurren los años. Esta característica de inmortalidad permite que las protagonistas evolucionen y se adapten a las necesidades del momento, enfrentando los desafíos de cada época sin perder su esencia. Las cinco mujeres, marcadas por el tiempo pero sin sucumbir ante él, transitan unidas a través de los sucesos que han definido el siglo, encontrando puntos en común que trascienden las barreras sociales e ideológicas.
Porteñas, que se desenvuelve de manera simbólica, entrelaza elementos de humor, emoción y tragedia en un tapiz narrativo que desafía las nociones preestablecidas de individualidad y división, características de la sociedad contemporánea. La obra se convierte así en un análisis profundo de la condición humana. La elección de mantener a los personajes inmutables en el tiempo, mientras la Historia avanza, sugiere una exploración metafórica de la atemporalidad de las luchas y desafíos que enfrentan las mujeres a lo largo de las décadas.
El lenguaje poético, lejos de ser un mero adorno estilístico, se convierte en una herramienta poderosa para transmitir las complejidades de las experiencias de vida. Este enfoque, despojado de tintes feministas convencionales, invita a un público diverso a encontrar resonancia en la trama, fomentando la empatía y la comprensión más allá de las fronteras de género y generación.
Porteñas no se limita a entretener, sino que plantea preguntas fundamentales sobre la naturaleza humana, la capacidad de superación y la habilidad para identificarnos unos con otros. Gracias a su enfoque audaz y su profunidad narrativa, la obra se erige como un experimento social en el escenario, incitando al espectador a reflexionar sobre la conexión intrínseca entre los seres humanos, la capacidad de superar obstáculos y la búsqueda constante de aquello que nos une. En este proceso, se convierte en un espejo, reflejando las dinámicas de una sociedad que, en muchas ocasiones, se halla fragmentada y dividida.
