Crítica de "Baby Bandito": Un amor prohibido y el robo que lo cambió todo

La vida del skater Kevin Tapia, un joven de origen humilde, da un vuelco inesperado al enamorarse de Génesis, una joven de la clase alta chilena. Decidido a arriesgarlo todo por este amor prohibido, Kevin se embarca en un meticuloso plan para sustraer un intrincado proyecto de la peligrosa banda de mafiosos conocida como los "Carniceros". Su objetivo es hacerse con un botín millonario. Enfrentándose a la transgresión de normas y a una intensa persecución, la historia de amor de Kevin y Génesis se enreda con peligros extremos mientras buscan una vida fuera de lo común. En este viaje, la pasión y el riesgo alcanzan su punto máximo en un periplo que los lleva hasta la ciudad de Roma.

La serie se basa en el famoso "Robo del Siglo", perpetrado por una banda de asaltantes en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez en la región Metropolitana de Santiago de Chile el 12 de agosto de 2014. Aunque se inspira en este atraco, aclara que los eventos han sido "distorsionados para su conveniencia y la nuestra". Kevin Olguín (Tapia en la serie), también conocido como "Baby Bandito", estaba entre los participantes en este millonario robo, aunque no desempeñó un papel protagónico, contribuyendo significativamente a la fuga de la banda. Durante la huida, Olguín esparció "miguelitos" desde el vehículo para asegurar la fuga de los autores que llevaban consigo el botín.

Baby Bandito destaca por su habilidad para cumplir con las expectativas del género de manera sólida. La serie se erige como un ejemplo de narrativa bien estructurada, respaldada por la escritura de Diego Muñoz, Luis Pérez, Juan Andrés Rivera y Valeria Hoffman, cuidadosamente elaborada y con una base robusta. En contraste con las tendencias de ofrecer lecciones morales o buscar innovaciones estéticas, opta por sumergirse en la esencia de un relato clásico, donde los elementos de personajes, romance y acción se entrelazan de manera coherente y equilibrada.

En lugar de aspirar a ser revolucionaria desde el punto de vista estilístico, Baby Bandito se dedica a perfeccionar una fórmula clásica, demostrando una comprensión profunda de las expectativas del público en el género. La serie, en su enfoque deliberado y preciso, se desvía de la tendencia contemporánea de romper esquemas, optando por ofrecer una narrativa que responde a las necesidades y deseos del espectador tradicional.

El protagonista, encarnado por Nicolás Contreras, se erige como un elemento esencial. Su interpretación no solo cumple con los requisitos del papel, sino que también aporta encanto, personalidad y un atractivo distintivo. Contreras no solo se limita a cumplir con su rol; su actuación contribuye significativamente a la construcción de la identidad de la serie y a la conexión emocional con el público.

Con dirección de Julio Jorquera Arriagada, Fernando Guzzoni y Pepa San Martín, Baby Bandito puede no ser una serie original, pero destaca al ofrecer una historia cautivadora, entretenida y hábilmente desarrollada en cuanto a guion y ritmo. Ideal para aquellos que buscan una experiencia clásica del género con la dosis justa de romance, acción y emoción.