Crítica de "Historias para no contar", Cesc Gay y una comedia de enredos que se deshilacha

Con un elenco que incluye nombres como Antonio De la Torre, Maribel Verdú, Jose Coronado, Quim Gutiérrez, Belén Cuesta, Javier Rey, Verónica Echegui, Álex Brendemühl, María León, Chino Darín, Alejandra Onieva y Brays Efe, la película presenta cinco historias independientes, todas ancladas en la burguesía barcelonesa y compartiendo la temática de comedias de enredo. A pesar del esfuerzo por unirlas, el film adolece de la cohesión necesaria para justificar su existencia como un conjunto armónico.

Cesc Gay demuestra su habilidad para controlar los ritmos del humor y manejar las situaciones de enredo, pero el problema radica en que, tras los dos primeros episodios, las tramas parecen deshilacharse sin llegar a una conclusión clara. A lo largo de los diferentes relatos, que van desde el enamoramiento de una mujer casada hasta las peripecias de un cuarentón a punto de ser padre, las situaciones de comedia de enredo se presentan de manera exagerada, con diálogos supuestamente hilarantes cargados de municiones y explicitud sexual.

Historias para no contar puede resultar disfrutable en momentos específicos, gracias a la destreza de Gay para manejar el humor y las situaciones cómicas. Sin embargo, carece del elemento crucial que da coherencia y satisfacción a cada historia, resultando en una experiencia que, a pesar de sus momentos divertidos, deja un sabor agridulce y la sensación de que se pudo haber aprovechado mejor el potencial de sus historias.