Amazon Prime Video

Crítica de “Hipnosis, arma invisible”, Robert Rodríguez dirige a Ben Affleck en una película sin pies ni cabeza

Desde “Matrix” hasta “Cuando acecha la maldad” las tramas de gente que controla la mente de otros nunca fue tan descabellada como en este caso, en un film que parece una parodia sin serlo.

viernes 12 de enero de 2024

Robert Rodríguez siempre se desenvolvió de manera más eficaz en parodias de géneros que en películas supuestamente serias. El tono paródico y burlón le permitía a producciones como Machete (2010), Planet Terror (2007) o Sin City (2005) irradiar un humor implícito, deleitando a aquellos que comprendían las referencias a las convenciones ridículas del cine de acción, terror o policial negro. Sin embargo, cuando el director texano intentaba abordar un género con cierta seriedad, siempre parecía carecer del tono adecuado. Este es el caso de Hipnosis, arma invisible (Hypnotic, 2023), una idea con potencial desaprovechado debido a la inexpresividad de sus actores y al constante intento de incorporar persecuciones en una trama incongruente.

La trama sigue al detective Danny Rourke (Ben Affleck), un hombre traumatizado por la desaparición de su hija, quien, con la ayuda de la psíquica Diana Cruz (Alice Braga), sigue pistas que conducen a Dellrayne (William Fichtner), un individuo todopoderoso por su capacidad para controlar la mente de cualquier persona.

Rodríguez, quien coescribe el guión con Max Borenstein, afirma haberse inspirado en el relanzamiento de Vértigo (1958) de Alfred Hitchcock para crear un thriller psicológico lleno de adrenalina. Sin embargo, Hipnosis, arma invisible no logra alcanzar ni la profundidad ni la inteligencia de ese clásico del suspense que exploraba dilemas éticos de su protagonista. En cambio, nos encontramos con una producción de acción sin matices, con más similitudes con Matrix (1999) debido a la importancia de las secuencias físicas y la inexpresividad creciente de Affleck, quien cada vez parece más apto para interpretar a Terminator.

Es por esto que la premisa del hipnótico con capacidad para manipular mentes parece ser una excusa para poner en movimiento al protagonista, haciéndolo correr e involucrándolo en todas las persecuciones posibles. A lo largo de esta travesía, los giros argumentales buscan crear la sensación de un laberinto, el laberinto de la mente, aunque en realidad generan la impresión de una bola de nieve, característica de otras películas del director de El mariachi (1992). Los eventos se concatenan más por cantidad que por calidad o revelación.

Hipnosis, arma invisible es esencialmente un producto de clase B disfrazado de película inteligente. Quizás si hubiera aprovechado sus cualidades paródicas dentro de sus limitaciones, al menos el humor involuntario estaría garantizado.

4.0
Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS