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Crítica de “La monja 2”, el universo de “El conjuro” se amplía con un nuevo género cinematográfico
Con la dirección de Michael Chaves (“El conjuro 3” y “La maldición de la llorona”), la película retoma a los protagonistas de la primera entrega un poco después de los acontecimientos en Rumania, con una Irene más madura en un nuevo convento y con sus votos consumados.
La monja Irene vuelve para hacerle frente al demonio conocido como “Valak”. Luego de su previo enfrentamiento en “Santa Clara”, nuestra aventurera católica viaja a Francia solo armada de su fe.
Taissa Farmiga (American horror story, 2011-2023) regresa a su papel de la novicia/monja Irene Palmer en la nueva entrega del universo creado hace unos años por James Wan con el estreno de El conjuro (The conjuring, 2013), pelicula que se convertiría en un clásico contemporáneo de terror, especialmente para los fans del género.
A diferencia de su antecesora, acá vemos un mayor interés en el trasfondo de los personajes, dividiendo un poco el protagonismo y el enfoque de la cinta a lo largo de sus 110 minutos. Los tres arcos narrativos importantes se van entrelazando para unirse en la mitad del segundo acto, preparando el gran final con su gran enfrentamiento. Nuevamente la fe es la roca central del relato, quizás incluso siendo más determinante que en la primera.
El cast hace un buen trabajo, sólido, sin sobresalir demasiado pero siguiendo el ritmo del film, apoyado en la música compuesta por Marco Beltrami, quien nos sumerge en el relato, agregando a la fotografía oscura y nocturna, un manto de tenebrosidad.
Las escenas de terror están bien logradas, a pesar de tener todas las secuencias típicas del género. No se encuentran falencias de efectos especiales ni cortes desgraciados de edición. La película es clichés puros y duros del cine de terror pero, pese a eso, funciona bien, principalmente debido a los diferentes arcos narrativos.
El guión es predecible, sin embargo es muy difícil encontrar originalidad en un género tan repetido y tan agotado como el terror. Por eso recurren a una mezcla muy particular de “Terror aventura”. La monja 2 (The Num 2, 2023) toma muchas ideas del género aventura como supo ser la saga de Indiana Jones, donde el héroe -en este caso heroína- debe realizar ciertas acciones con el fin de alcanzar un objetivo, casi una odisea épica que nos lleva por varios estadios y desemboca en una batalla entre el bien y el mal.
Allí yace la distinción de esta película por sobre otras, enalteciendo la figura de la monja Irene como una buscadora de reliquias, una cazadora de demonios religiosa que usa su fe como espada y escudo, para enfrentarse a las tinieblas y a lo profano, en el nombre de Dios. De ahí a que esta idea nos guste, es otro cantar.
