"Votemos": Desde el cortometraje a la adaptación teatral, un debate sobre la salud mental y la convivencia

El cortometraje Votamos y su resonancia en tiempos actuales

En medio de la pandemia, los temas de salud mental y enfermedades psicológicas han cobrado una relevancia significativa, destacando la importancia de cuidar el bienestar emocional. En este contexto, emerge el cortometraje Votamos, dirigido por Santiago Requejo, el cual plantea un debate complejo y urgente.

El cortometraje se erige como un vehículo para explorar la relación entre la convivencia en una comunidad y la actitud hacia las enfermedades mentales. Con un elenco destacado, que incluye a Miriam Díaz-Aroca, Raúl Fernández De Pablo y Neus Sanz, el film de apenas 13 minutos, nominado al Goya y preseleccionado para la "Short List" de los Premios Oscar, pone de relieve cómo ciertos prejuicios y tabúes en la sociedad pueden perpetuar la estigmatización de las personas con problemas mentales.

A través de un montaje dinámico, el cortometraje expone argumentos sólidos y presenta una mirada crítica sobre cómo la sociedad a menudo elude enfrentar estas cuestiones.

La adaptación teatral Votemos y la incómoda pregunta

La versión teatral Votemos, basada en el multipremiado cortometraje español, traslada la trama a un escenario donde la convivencia se convierte en el foco principal. La aparentemente simple pregunta, "Si te enteraras de que una persona con enfermedad mental va a ser tu vecino y pudieras evitarlo, ¿qué harías?", actúa como un espejo incómodo que refleja los prejuicios arraigados en la sociedad.

Dirigida por Daniel Barone y producida por Adián Suar, la adaptación cuenta con un elenco destacado que incluye a Carlos Portaluppi, Muriel Santa Ana, Agustina Cherri, Gustavo Garzón, Juan Gil Navarro, Virginia Lago, Tomás Kirzner y Alan Daicz.

Siguiendo la línea del cortometraje, la obra recrea la dinámica de una reunión de vecinos que se ve revolucionada por la noticia de que un nuevo inquilino con antecedentes de enfermedad mental va a mudarse al edificio. A lo largo de 90 minutos, Votemos expone las reacciones y argumentos de los personajes, desafiando al público a cuestionar sus propias percepciones y prejuicios.

La historia comienza con una convocatoria del consorcio que reúne a siete vecinos para discutir la posibilidad de cambiar el ascensor en el edificio. Sin embargo, la comunidad se ve sacudida por la noticia de que un nuevo inquilino, quien tiene problemas de salud mental de los cuales ni el consorcio ni el público están seguros, tiene la intención de alquilar uno de los departamentos. Esta revelación provoca una onda de choque en el consorcio, desviando la atención del simple cambio de ascensor y desencadenando un enérgico debate entre los vecinos sobre si deben o no aceptar a este nuevo residente.

Esta comedia no solo aborda el tema de la salud mental, sino que también va más allá, exponiendo las imperfecciones humanas que no pueden permanecer ocultas. Además, plantea cuestiones sobre la tolerancia cuando nos encontramos en la privacidad de nuestro hogar. A través de este enfoque, el espectador se encuentra inmerso en un torbellino de emociones, riendo, enojándose, sorprendiéndose y conmoviéndose en igual medida.

Esta versión teatral porteña del cortometraje se presenta en el Teatro Metropolitan (Avenida Corrientes 1343).

Conclusiones

Tanto el cortometraje como su adaptación teatral trascienden las barreras artísticas para plantear preguntas cruciales sobre la convivencia, el respeto y la percepción de las enfermedades mentales en la sociedad. En un momento en el que la salud mental adquiere un papel central, estas producciones emergen como recordatorios de la importancia de desafiar los prejuicios arraigados y fomentar un ambiente de comprensión y empatía. El arte se convierte en una herramienta para abrir diálogos necesarios y contribuir a la transformación social.