Crítica de "A través del mar", un naufragio en alta mar

A pesar de contar con la participación de la escritora Ariana Godoy en el guion, este largometraje dirigido por Marçal Forés no logra mantener el corazón y la esencia que caracterizaban la obra original, dejando a flote una historia naufragada y sin rumbo claro.

La trama se adentra en la vida de Ares (Julio Peña) y Raquel (Clara Galle) mientras intentan sobrevivir a las dificultades de su noviazgo durante un verano en la Costa Brava. Sin embargo, la falta de química entre los protagonistas y el desequilibrio en la distribución del tiempo en pantalla son los primeros vientos contrarios que enfrenta esta producción. Los momentos más interesantes, que deberían haber sido el enfoque central de la película, se ven eclipsados por las historias secundarias que se expanden sin profundizar lo suficiente en ninguna de ellas.

Uno de los aspectos más negativos de esta secuela es la falta de desarrollo en los personajes principales. Ares y Raquel, quienes se presentaron como jóvenes prometedores en la entrega anterior, no logran evolucionar de manera significativa. Sus decisiones y dilemas carecen de autenticidad y van más allá de lo superficial, dejando al espectador sin una conexión emocional genuina con ellos. Esta falta de profundidad se agrava aún más por los diálogos irreales, que hacen que las interacciones  suenen forzadas y poco auténticas.

Es innegable que la intención de alejarse de los clichés de la primera entrega era encomiable. No obstante, el intento de crear una historia más oscura se desvía hacia un territorio confuso y desaprovechado. La trama parece flotar a la deriva, sin un enfoque claro ni una exploración profunda de los temas más adultos que se pretendían abordar, como el miedo a mantener una relación a distancia o la presión de cumplir expectativas.

Es evidente que A través del mar buscaba adentrarse en una nueva etapa de los personajes, mostrándolos más maduros y enfrentando los desafíos propios de la vida adulta. Lamentablemente, este objetivo no se logra de manera efectiva. La película se pierde en un mar de subtramas innecesarias y carece de una dirección clara que le dé cohesión al conjunto. El resultado es una experiencia cinematográfica que deja a la deriva las expectativas de los seguidores de la saga.

A través del mar naufraga en sus propias pretensiones. A pesar de contar con el respaldo de una historia previa exitosa, la película se desvanece en las profundidades de un mar de oportunidades desaprovechadas, convirtiéndose en un trasatlántico varado sin rumbo claro y sin dejar una impresión duradera en los espectadores.