Crítica de "Relaciones peligrosas", transposición postmoderna de un clásico literario para adolescentes

Así como Roger Vadim, Stephen Frears y Milos Forman trasladaron al cine la clásica obra literaria de Pierre Choderlos de Laclos con resultados disimiles ninguno arriesgó tanto como Rachel Suissa al ambientarla en la actualidad con una puesta en escena que intenta parecerse a Romeo + Julieta (1996) de Baz Luhrmann, aunque, como era de esperarse, no le llega ni a los talones.

Relaciones peligrosas (Les Liaisons Dangereuses, 2022) se ambienta en Biarritz y el trío protagónico está formado por Célène (Paola Locatelli), una adolescente idealista que cree en el amor; Vanessa (Ella Pellegrini), una estrella de cine infantil devenida en influencer; y Tristan (Simon Rérolle), un seductor surfista cuyos encantos nadie puede resistirse. Cuando Célène se enamora de Tristan no sospecha que es parte de una apuesta entre él y Vanessa. Pero, ¿hasta dónde llegarán?

No cabe duda alguna de que los melodramas destinados al público adolescente a Netflix le funcionan y que siempre es mejor apostar a lo seguro que asumir riesgos, aunque contradictoriamente a priori todo hace suponer que estamos ante una película que los asume. Y si bien se podría decir que esta transposición cinematográfica de la novela epistolar escrita en 1782 intenta ser rupturista, lo cierto es que en su conjunto apuesta por una narrativa convencional, clásica, donde más allá de su estética desprejuiciada plagada de canciones pop, redes sociales, ropa de diseñadores famosos y cuerpos tan marcados que parecen recién salidos de un gimnasio, no es otra cosa que un producto totalmente superficial y pasatista. 

La transposición de un clásico no garantiza calidad ni mucho menos, cómo tampoco buscar que el postmodernismo salve la chatura y banalidad al tratar de ocultar las falencias narrativas y artísticas detrás de una estética cool. Pero a Rachel Suissa esto parece importarle poco y sus pretensiones son mediocres. Y si Romeo + Julieta se convirtió en poco tiempo en un clásico moderno no cabe duda de que estas Relaciones pelígrosas tardarán mucho menos en pasar al olvido.