2023-08-22

Salas

Crítica de “Julio, felices por siempre”, la comedia uruguaya que deconstruye ideales románticos

Julio, felices por siempre (2022) cuenta la historia del hombre del título, un romántico empedernido que busca la felicidad absoluta relación tras relación y, lo que obtiene, es una desilusión tras otra. 

La película se inicia con el recuerdo de sus experiencias amorosas, destacando especialmente la relación con Claire (Butryk), una turista estadounidense que llega a la encantadora ciudad de Colonia del Sacramento y comparte una tarde idílica con Julio (Irisity), quien ejerce de guía turístico. A medida que el tiempo transcurre, ambos mantienen una relación a distancia, enfrentando numerosas diferencias culturales.

El humor absurdo destaca en esta narrativa, con frases como "somos una generación criada por Disney y padres divorciados" que atraviesan la trama para reflejar la actual época de desilusión, donde el amor se erige como la última esperanza. Los chistes, ya sean sobre la cultura uruguaya o la estadounidense, funcionan de manera excepcional, al igual que la imperante necesidad de conexión con el otro. "Bienvenida al país de los funcionarios públicos que te sumergen en la nostalgia y en duelos rotos", le dice él a Claire, mientras que su abuela marxista la recibe con un estruendoso "imperialista".

La relación a distancia también es objeto de burla, con videollamadas que se replican en cenas y almohadas, y aporta su dosis de humor para finalmente hacer eje de las críticas en el género con una desopilante coreografía musical. Un tono hiperrealista propio de la comedia romántica para marcar la felicidad artificial y naif de este tipo de relatos.

Julio, felices por siempre logra con ingenio y gracia reinventar las convencionales comedias románticas al desmontar un modelo de felicidad en pareja que se ha quedado atrás en este mundo en constante cambio.

Te puede interesar