Cinco películas para celebrar los 40 años de Democracia argentina

El Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER) ilumina la memoria y la democracia en su quinta edición

El Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER) está en pleno apogeo, y este año tiene un enfoque especial en la conmemoración de los 40 años de democracia en Argentina. Una selección de películas cuidadosamente elegidas busca resaltar la importancia de la democracia y su papel en la historia del país.

El Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER) ilumina la memoria y la democracia en su quinta edición
"Juan, como si nada hubiera sucedido", dirigida por Carlos Echeverría
"Juan, como si nada hubiera sucedido", dirigida por Carlos Echeverría
viernes 08 de septiembre de 2023

En su quinta edición, el Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER) abre sus puertas para homenajear a clásicos del cine argentino y recordar la importancia de la democracia en el país. En un contexto marcado por la conmemoración de las cuatro décadas de continuidad democrática en Argentina, el FICER ha programado proyecciones especiales de películas icónicas que arrojan luz sobre momentos oscuros de la historia nacional y que invitan a la reflexión.

El rescate de la memoria

Una de las películas destacadas en esta edición es Juan, como si nada hubiera sucedido, dirigida por Carlos Echeverría en 1987. Esta obra se sumerge en la investigación sobre la desaparición de Juan Herman, un estudiante de Bariloche, durante la dictadura cívico-militar de 1977. Parte de este documental se utilizó como evidencia en la causa que en 2019 condenó a los responsables por su detención ilegal.

Carlos Echeverría, director y mente detrás de esta obra, expresó su emoción al respecto: "Es un honor que 'Juan...' se proyecte nada menos que en el FICER por todo lo que significa este festival no solo para la provincia de Entre Ríos, sino para el cine nacional. Es un lugar de promoción, de fomento de la actividad audiovisual muy valorado y un sitio de encuentro entre realizadores de todo el país y con el público entrerriano".

La película, que fue rodada en 1987, se convirtió en uno de los primeros testimonios visuales del terrorismo de Estado ocurrido en el período inmediatamente anterior (1976-1983). En su momento, no pudo ser estrenada en cines y circuló de forma casi marginal, proyectándose en sindicatos, centros de estudiantes, espacios culturales y distintas emisoras de televisión. Con el tiempo, este documental apto para todo público adquirió la talla de un clásico.

Echeverría recuerda con cariño las primeras proyecciones: "Las proyecciones arrancaron en 1987 y siguieron en 1988 y 1989 cuando llevaba, a donde me convocaran, un proyector 16 milímetros. Eran convocatorias de sindicatos, municipios, universidades. La Universidad Nacional de Tucumán, en su Canal 10, la difundió sin cortes en dos oportunidades durante 1988".

A lo largo de los años, Juan, como si nada hubiera sucedido se proyectó en diversas partes del mundo, incluyendo la Universidad de Berkeley y la de Londres, y se convirtió en una herramienta educativa en universidades argentinas. La película ganó un nuevo impulso en 2003, con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, cuando muchas películas, especialmente documentales, que antes estaban vedadas en los medios electrónicos, llegaron a las pantallas de la televisión pública nacional y, posteriormente, al canal Encuentro. El desarrollo de las plataformas de Internet permitió un gran alcance y conocimiento de este documental en todo el país.

En sus años de existencia, Juan, como si nada hubiera sucedido se convirtió en promotora de proyecciones, debates, conferencias, trabajos audiovisuales y académicos. "Resultó lo que yo quería: el pueblo se ha apropiado de ella", señaló Echeverría, quien destacó que la película inspiró a otros cineastas a abordar temas similares. Además, los registros fílmicos y los testimonios de quienes participaron en su realización se utilizaron como documentación judicial en la causa que condenó a los responsables de crímenes de lesa humanidad.

Construyendo la memoria histórica a través del cine

Entre las películas que destacan en esta edición se encuentran producciones que abordan la construcción de la memoria histórica. Según Francisca D'Agostino, secretaria de Cultura de la Provincia, el objetivo principal es transmitir a las nuevas generaciones la importancia de la democracia y la lucha que conlleva mantenerla. "Los derechos no son mágicos, tienen toda una lucha detrás; lo que queremos es aportar a esa idea", comentó D'Agostino.

El Juicio de Ulises de la Orden se centra en el histórico juicio a las juntas militares de la última dictadura en 1985. Alberto Ponce, el montajista de la película, compartió su experiencia trabajando con material tan impactante y detalló el arduo proceso de clasificación y organización del material que se convirtió en una película de tres horas de duración.

Tres cosas básicas aborda la dictadura militar en Argentina, siguiendo la historia de Tulio Valenzuela y Raquel Negro, quienes se enfrentaron a la difícil elección entre la causa y la familia durante esos años turbulentos. El director, Francisco Matiozzi Molinas, presenta la película como un rompecabezas político-policial que explora el dilema moral de los protagonistas.

Matria es una película con una perspectiva de género que narra la historia de cuatro madres cuyos hijos fueron enviados a la guerra de Malvinas y nunca regresaron. La productora, Pamela Carlino, enfatiza la importancia de preservar estas voces y recuerdos en la memoria colectiva, especialmente en un momento en que la democracia debe ser protegida.

Finalmente, Crónicas de un exilio dirigida por Micaela Montes Rojas y Pablo Guallar, relata la historia del exilio Octavio Getino.

En 1976, Octavio Getino se vio obligado a abandonar Argentina después de un intento de secuestro, y esta decisión tuvo un profundo impacto en su vida y la de su familia. La narración del documental se teje con elementos de testimonios, cartas y grabaciones en cassette, ya que la comunicación era difícil y peligrosa en ese contexto.

El enfoque íntimo y personal de Crónicas de un exilio permite al espectador empatizar con la experiencia de Getino y su familia. La película arroja luz sobre las causas y consecuencias de este destierro forzado, mostrando cómo la dictadura militar dividió y desgarró a las familias argentinas, separando a padres e hijos, hermanos y amigos.

Uno de los aspectos más destacados de la película es su capacidad para reconstruir la historia de Argentina desde la perspectiva de una familia afectada por los años más oscuros de la nación. A medida que el espectador sigue el viaje de Getino  a través de la narración, se llega a comprender la magnitud de la tragedia y cómo las cicatrices de ese período aún perduran en la memoria colectiva de Argentina.

El FICER se convierte con esta programación una oportunidad única para reflexionar sobre la importancia de la democracia y la memoria histórica en Argentina.

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