Crítica de "About dry grasses", Nuri Bilge Ceylan y un viaje solitario a través de las hierbas secas

Desde los primeros momentos de la película, Ceylan establece una atmósfera cautivadora y desoladora. La imagen del hombre caminando por la nieve, rodeado de un horizonte blanco y sin fin, evoca una sensación de aislamiento y austeridad. Esta poderosa imagen inicial establece el tono de la película y nos lleva a reflexionar sobre la condición humana en un entorno implacable.

El personaje principal, Samet, encarna la frustración y la desilusión de aquellos que se sienten atrapados en un entorno que no les satisface. Su deseo de escapar de su vida monótona y regresar a Estambul se convierte en un anhelo universal de buscar un propósito más significativo.

La película examina hábilmente las relaciones humanas y la complejidad de la comunicación. Las interacciones entre Samet y sus colegas y alumnos revelan las tensiones y los malentendidos que existen en la sociedad rural. Ceylan nos muestra que la soledad y el aislamiento no solo son el resultado de las circunstancias externas, sino también de nuestras propias barreras emocionales y actitudes egoístas.

La dirección de fotografía es una maravilla visual. Los colores fríos y los planos cerrados transmiten a la perfección el sentimiento de desolación y aislamiento de los personajes. Ceylan utiliza el silencio y los largos diálogos para sumergirnos en la realidad de este universo apasionante y nos hace sentir el frío en las manos de los personajes y el calor reconfortante de una taza de té.

El guion inteligente y profundo nos invita a reflexionar sobre temas fundamentales de la condición humana, como el bien y el mal, el individualismo y el colectivismo. Ceylan nos muestra que estas dicotomías existen en todas las sociedades y nos obliga a cuestionar nuestras propias creencias y comportamientos.