2021-10-18

En Salas - 6 Puntos

Crítica de "Retrato de una mujer en llamas" y el amor prohibido de Céline Sciamma

Retrato de una mujer en llamas (Portrait de la jeune fille en feu, 2019) nos pone en una disyuntiva: es cierto que la película tiene mucho de esa impronta qualité que tanto nos distancia; pero las dos protagonistas tienen una filogenia, magnetismo y compromiso que nos impiden sacar los ojos de ella. 

La historia es simple: en una isla aislada en Bretaña, a finales del siglo XVII, una artista debe pintar el retrato de boda de una joven.

Historia romántica que une a dos chicas allá por 1770, las escenas frente al mar o el fuego, las mansiones, peinados y vestidos nos interesan menos incluso que la meliflua deriva en la cual la pintora que va a hacer secretamente el retrato de la joven de la casa para mandar a quien será su futuro marido termina liada con ella.

Lo que nos atrae surge menos del guion que de la presencia y potencia de las dos bellas protagonistas, Marianne (Noémie Merlant) y Héloïse (Adele Haenel).

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