Crítica de "Modelo vivo muerto": Un viaje teatral cargado de risas, suspenso y reflexión

El espectáculo, que parte de una premisa en apariencia modesta donde tres estudiantes de una academia de arte se enfrentan al desafío de realizar su examen final, el cual consiste en retratar a un modelo vivo con lápiz negro, toma un giro inesperado con la muerte del modelo durante un apagón. Este acontecimiento desencadena una secuencia de eventos que desafían los cánones del género y sumergen al público en un viaje cargado de suspenso y sorpresas.

La singularidad de Modelo vivo muerto radica en su habilidad para fusionar elementos de diversos géneros y estilos teatrales, desde la comedia desenfadada hasta el misterio "de habitación cerrada". Mediante el uso de música en vivo, improvisación y un guion ingeniosamente creado de manera colectiva, el grupo Bla Bla & Cía. logra mantener cautivo al público, ofreciendo un equilibrio entre el entretenimiento puro y la contemplación de temas sociales, culturales y políticos.

El elenco, encabezado por Julián Lucero, Sebastián Furman, Manu Fanego, Carola Oyarbide, Pablo Fusco y Tincho Lups, exhibe un dominio excepcional del arte escénico, interpretando una amplia gama de personajes con destreza y versatilidad. Desde el excéntrico profesor de artes plásticas hasta los estudiantes efusivos de la academia, cada miembro del elenco contribuye al dinamismo y la cohesión de la obra.

Modelo vivo muerto constituye un testimonio de la evolución del teatro contemporáneo, al fusionar elementos tradicionales con innovaciones audaces que invitan al público a sumergirse en un universo donde la risa y la reflexión convergen de manera armoniosa.