2023-03-15

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Crítica de “Siberia”, los fantasmas de Abel Ferrara en la piel de Willem Dafoe

Abel Ferrara vive en Roma, lejos de Hollywood (aunque nunca estuvo demasiado cerca) y hoy se encuentra alejado de las adicciones. Sus últimas películas son una especie de exorcismo de sus demonios internos y Siberia (2020) forma parte de ese proceso. Una puesta en abismo de sus miedos, deseos oscuros y pecados. O al menos eso podemos inferir de este relato surrealista y fantasmal.

Willem Dafoe encarna a un hombre que vive aislado en la fría zona geográfica del título. Mientras atiende en un parador a los pocos transeúntes que deambulan por la zona, confunde realidad con fantasía, presente con pasado y se sumerge en sus propios temores.

En una suerte de Intensa-mente (Inside Out, 2015) en versión pesimista, Ferrara lleva a su protagonista a viajar -o mejor dicho, descender- al interior de su mente perturbada. Confronta con afectos del pasado y hasta consigo mismo mientras se plantea varios dilemas existenciales.

Otro relato que viene a colación al ver la película es Scrooge, en una suerte de viaje al pasado en el que el protagonista “revive” momentos de felicidad y traumáticos de su pasado. Sin por su puesto la moraleja navideña en este caso.

Estas relaciones vienen dadas por la frontalidad con la que Ferrara expone a su protagonista: hay momentos sumamente tenebrosos y otros, decididamente ridículos. Hay una clara intención de “desnudar” sus fracasos pero no con fines narcisistas sino todo lo contrario, más bien busca mostrar sin ningún tipo de pudor. Una virtud y un defecto al mismo tiempo que solo Abel Ferrara puede permitirse representar.

Un párrafo aparte merece Willem Dafoe que acompaña a Ferrara desde los tiempos de New Rose Hotel (1998) y llegó a ser Pasolini de su mano. A sus sesenta y cinco años el actor no teme desnudarse y ser un convincente seductor o un ridículo adulto que ríe como un niño. Los matices del desmedido y ambicioso film son aportados por su composición.

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