2020-04-19

Chicos ricos

Columnistas: Cine de lo cool Capítulo 4 "Chicos ricos"

La trama es sencilla. Dos publicitarios chetos, ricos y exitosos contratan a dos prostitutas para festejar un premio. También llaman a una dealer LSD. Mientras están de fiesta entran a la casa dos ladrones, padre e hijo e intentan tomar a todos de rehén. Pero los ladrones terminan siendo los rehenes y los chicos ricos del título los victimarios. Lo mejor de la película es el tono camp que tiene -reminiscente de las películas de John Waters-, la no-crítica o el festejo del estilo de vida de los 90s (acababan de terminar los 90s), la confinación de casi toda la acción a un espacio (salvo flashbacks y lo que voy a decir en breve) sucede todo en una casa y la parodia a los personajes y estructuras del costumbrismo malo del cine argentino. En su momento fue muy mal recibida la película. Hay que mirar el panorama y entender porqué. Era en la primavera del “nuevo cine argentino”. Uhhhhhhhh, “el nuevo cine argentino”, ese movimiento que redujo el disfrute del cine a la expectativa del intelectualismo por la contemplación, el bodrio, lo que podría estar sucediendo en la cabeza de un personaje secundario que apareció dos veces en la cinta y en teoría sería crucial para entender el malestar y angustia del hermano de la protagonista y la pobreza for export. Claro, ésta peli no tiene pobres ni nada de eso, así que… No es una película perfecta pero la prefiero mil veces a ver árboles moviéndose. Desglosando. El estilo deliberado camp se ve en que todo es demasiado, todas las situaciones son al extremo, los malos son malos y los que serían malos son buenos y nobles, es un subrayado con resaltador de colores sin miedo. Los protagonistas publicitarios, el LSD, el vale todo y no me importa nada y la frivolidad al frente muestran con poca diplomacia la época y al festejarlo es posible que a algunos le haya caído mal pero era lo que era. En cuanto a los personajes y estructura, además de la acción principal hay dos policías que cuentan chistes mientras están en el patrullero afuera de la casa y la dealer se pasa de rosca de pepa y degüella a una de las prostitutas que los chicos contrataron y… agoniza casi toda la película. Esto es a lo que me refería de la parodia de la estructura y personajes heredados del costumbrismo choto. En muchas películas para alivianar o ensanchar la historia, hacer tiempo o quizás para tener una excusa para contar gags o chistes, éstas situaciones eran de manual (y siguen siendo, en realidad): tener un grupo de personajes que no hacen a la película pero que pueden aportar GTH (gracia, tiempo o huevo). Chicos ricos usa esta estructura y personajes para burlarse de esa estructura y personajes. En fin, estimo que Chicos ricos es una película de mirada obligatoria. No van a ver a Tarkovsky ni a Bergman pero sí se van a divertir y pasar un rato más gracioso que con ellos dos.
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