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Crítica de "Recuerdos Mortales": Russell Crowe en el laberinto de la verdad

La película perteneciente al género policial, propone a un ex detective con pérdida de memoria que se ve obligado a retomar el caso de un brutal asesinato.

lunes 15 de abril de 2024

Recuerdos Mortales (Sleeping Dogs, 2024) es el debut como director de Adam Cooper, conocido por los guiones de Assassin's Creed (2016), Divergente: Leal (2016), El transportador recargado (2015), Éxodo: Dioses y Reyes (2014) y Accepted (2006). La película presenta a Roy Freeman, un detective retirado que padece problemas de memoria. Enseguida las notas en su casa nos remitirán a los recordatorios de Memento (Christopher Nolan, 2000), también porque narrativamente el filme se va construyendo fragmentadamente. Como si esto no fuese más que evidente, la cámara nos muestra a Roy (Russell Crowe) armando rompecabezas para ejercitar su cerebro.

Su rutina se altera cuando después de años de condena, un hombre afroamericano está por cumplir su pena de muerte, quien convencido de su inocencia apela a Roy para que encuentre al verdadero asesino. Resulta que Roy y Jimmy (Tommy Flanagan) su compañero de aquel entonces, lo habían encontrado culpable. A partir de allí, a pesar de su falta de memoria, Roy iniciará una investigación en busca de la verdad. En consecuencia, la información se va dosificando de a poco con el impedimento de su falta de remembranza y las complicaciones que colocan otros actantes. Estructuralmente cada episodio del filme se corresponde a la presentación de los personajes y su presunta implicancia en el homicidio.

Como en el policial tradicional, el relato en cuestión incluye la presencia de una femme fatale, Laura Baines (Karen Gillan), accederemos al estatuto del personaje a través de diversos flashbacks. Dicha representación es bastante poco novedosa y hasta ha quedado algo obsoleta. A partir de develar ciertas cuestiones del pasado la película se vuelve bastante predecible y parece ser un filme de los ´90 con pocos aportes. El director ha dicho inspirarse en obras previas como Memento, Angel Heart (1987) y La isla siniestra (Shutter Island, 2010) y honestamente lejos parece estar del nivel de las mismas.

Sin embargo, este policial logra mantener la intriga y el suspenso, en parte gracias a la convincente actuación de Russell Crowe. El espectador accede a la información de la investigación a la par de Roy, convirtiéndose en cierto modo en un “detective” más en esta red de secretos y traiciones.  Sin importar el costo emocional y físico, Roy decide recuperar sus recuerdos en busca de su identidad, tal como plantea el slogan publicitario del poster de Recuerdos Mortales, “algunas mentiras nunca mueren”. Por último, la película parece esbozar una reflexión acerca del funcionamiento cerebral en relación a la memoria, la represión de recuerdos y el inconsciente. 

5.0
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