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Crítica de “Con todos menos contigo”, una comedia romántica que le brinda fortaleza al género

La película dirigida por Will Gluck y protagonizada por los destacados Sydney Sweeney y Glen Powell, revitaliza el género romántico mediante una exitosa fórmula.

miércoles 27 de marzo de 2024

En la actualidad, las comedias románticas atraviesan un periodo difícil marcado por la escasa creatividad al desarrollar tramas que resulten dignas y no caigan en la insipidez, alejándose de cautivar a la audiencia. Sin embargo, Con todos menos contigo (Anyone But You, 2024), llega con la intención de revitalizar el género romántico mediante la replicación de la exitosa fórmula que funcionó hace unas décadas.

Después de una primera cita increíble donde Bea (Sydney Sweeney) y Ben (Glen Powell) demostraron una gran química pero que concluyó abruptamente, esta pareja se encuentra casualmente en una boda en Australia. Obligados a interactuar diariamente y a pesar de su mutuo rechazo, Bea y Ben deciden simular ser una pareja para aliviar la tensión previa a la boda.

Con todos menos contigo construye una base sólida al retroceder en el tiempo y basarse en la obra de William Shakespeare, "Mucho ruido y pocas nueces", reinterpretándola de manera casi paródica. La película dirigida por Will Gluck también hace uso del cliché del enemies to lovers para contar esta historia de amor entre Bea y Ben, y asemejarse a las novelas románticas más contemporáneas.

En su intento por salvar el género, la película abraza todos los clichés de las comedias de enredos, aprovechando al máximo los recursos humorísticos disponibles y añadiendo un toque picante para intensificar la trama. Evita momentos reflexivos hasta el final, entregando a la audiencia un mensaje importante sobre las relaciones y la conexión de pareja.

A pesar de desenvolverse de manera equilibrada y divertida durante los momentos en que la pareja finge su enamoramiento, la película comete el error de depender en exceso de las conveniencias y la magia del guión al sentirse acorralada, resolviendo conflictos de manera apresurada y dejando la trama en piloto automático.

La verdadera fortaleza de Con todos menos contigo radica en la química entre Sydney Sweeney y Glenn Powell, quienes logran congeniar de manera excepcional en pantalla, elevando la película y convirtiéndola en una experiencia cautivadora.

Con todos menos contigo se presenta como una comedia romántica fácil, correcta y entretenida, que, si bien no reinventa el género, evoca nostalgia sin recurrir a referencias externas. La clásica fórmula de enemies to lovers, llena de intensidad y adrenalina gracias a sus protagonistas, eleva la película a otro nivel, integrándose perfectamente en la historia.

7.0
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