Crítica de "Hater", de Jan Komasa, trolls al ataque!

Tomek (Maciej Musialowski) estudia derecho en la Universidad de Varsovia gracias a la ayuda económica de los adinerados Krasuckis, cuya hija, Gabi, una joven frágil, es el eje de su conquista amorosa.

Al contrario de la imagen "nerd" que muestra, Tomek es un trepador nada ingenuo, brillante en el arte de la manipulación, tanto online como offline, y sabe cómo y a quien dirigirse para conseguir lo que quiere. Pero su bajo nivel social le impide llegar a Gabi. Tomek, es expulsado de sus estudios por plagiar un ensayo y consigue trabajo en una agencia de relaciones públicas que desacredita a políticos y celebridades en las redes sociales. El objetivo: PaweÅ‚ Rudnicki, candidato a la alcaldía, gay, liberal y dispuesto a abrirle las puertas de la ciudad a los refugiados de Medio Oriente.

Hater (Sala samobójców. Hejter, 2020) resulta un locuaz documento ficcionado de la realidad y de aquellos que deambulan por las redes sociales e Internet influyendo sobre el humor social para fomentar el caos desestabilizador.

También es una confirmación de que el punto fuerte del director polaco es su trabajo con los actores: Maciej Musialowski interpreta un (anti)héroe amenazante con una intensidad impactante que esconde todas las emociones detrás de su cara, que parece una máscara. Cuando Tomek grita, no se sabe si siente angustia, desacuerdo, terror o pura rabia.

La psique de esta mente malvada es enigmática e impenetrable, probablemente para el propio Tomek. Komasa, que vuelve a trabajar el guion con Mateusz Pacewicz, marca la desigualdad social como campo de cultivo para el odio en una obra oscura y desesperanzadora, que se ambienta en Polonia pero que no se diferencia en mucho a lo que ocurre en Argentina o en el resto del mundo.